Son muchas las veces que hemos escuchado que tal o cual obra no se ejecuta porque los ecologistas no quieren. Me pregunto a que colectivo ecologista se refiere el acerbo popular cuando se habla de estos como si de un lobby se tratase. Entre mis amigos cuento con algunos ecologistas, militantes o no; pero no conozco a ninguno al que nunca se le haya consultado sobre la conveniencia de ejecutar o no alguna obra. Así que no alcanzo a saber a QUE ECOLOGISTAS nos referimos. Otro de los interrogantes que me preocupa es cual el proceso por el que un ecologista, grupo ecologista, o su/s representante/s hacen saber a las autoridades que tal o cual cosa es o no factible: Dónde, quienes y con quién se reúnen o cual es el quórum necesario.
Pero sea como sea, parece ser que su poder es mucho, que son casi omnipotentes y que sus decisiones son tomadas al pie de la letra. O casi. Observen si no el radar que el ejército colocó en el pico del Montero, en el término municipal de Alcalá de los Gazules. Decenas de ecologistas acamparon allí durante días para mostrar su descontento con la idea y al final se colocó. Famosos fueron los enfrentamientos que ecologistas y ciudadanos de Tarifa tuvieron con la policía para evitar que por este término municipal pasara el famoso CABLE, que al fin pasó.
Mi percepción de las cosas, pues, aunque puedo estar equivocado, es la contraria. Yo veo a personas que luchan sin esperanza de éxito, al menos a corto plazo. Su meta es la concienciación de la sociedad y ese no es trabajo de un día, ni de una semana. Por eso no importa el fracaso en las misiones particulares, porque su objetivo es más de futuro. En palabras de Manolo García: “Refulgiendo cual luciérnagas, caminando sin prisas sobre el tiempo, huyen de un mundo material, son espíritus barridos por el viento”.
Por lo tanto señores, no se engañen: los ecologistas no tiene poder. Solo tienen el poder de su coraje para reivindicar lo que creen justo. Que no les echen la culpa de que no se arregle la carretera a Facinas (aunque yo personalmente esté contento de que no se haga) Que no nos vengan ahora con que la culpa del paro en el pueblo la tiene la Plataforma porque se negó a la ubicación de unas fábricas altamente contaminantes en una zona declarada de especial Protección por la Unión Europea y entonces virgen en un término municipal con uno de los Polígonos Industriales más importantes de Andalucía. Que cada uno haga sus deberes, que nosotros los estamos haciendo.
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