El diestro gaditano cuajó una faena de altos vuelos frente a un bravo ejemplar de Garcigrande. Saludó a su oponente por verónicas templadas y acompasadas, antes de ejecutar un ajustado quite por chicuelinas de mano baja, rematado con una torera larga que levantó al público de sus asientos.
El inicio de faena fue vibrante, toreando por alto y firmando un pase de pecho con sello propio, acompañado de un desdén mirando al tendido que volvió a poner al público en pie. Entendió a la perfección al astado, ligando series de gran profundidad, con la muleta muy baja, plenas de gusto, empaque y personalidad. Molinetes, trincheras, cambios de mano y circulares se sucedieron en una actuación redonda que culminó con una serie de poncinas de gran calado.
La estocada rubricó la obra, y el palco concedió las Dos orejas y rabo.
Gran momento de David Galván que en sus seis últimas actuaciones ha cosechado un total de 13 orejas y 3 rabos, confirmando su sitio en una temporada que sigue tomando vuelo.
Etiquetas: