Confieso que cada vez estoy más lejos de este chiringuito en que se ha convertido la política en España. Es algo que constato entre las personas más cercanas, personas que aun interesándoles la política están cada día mas alejados de los manejos de los políticos actuales.
Hecho de menos una derecha política en España moderna, europea, más semejante a la derecha política de los demás países europeos, una derecha más democrática y responsable. El discurso contra la corrupción de algunos miembros de su partido es lamentable, dejando que los “presuntos corruptos” sigan en sus puestos, cuando lo lógico sería limpiar para así dar confianza a sus votantes o a sus posibles votantes.
Sabemos que la corrupción puede estar en cualquier sitio, lo que hay que demostrar es como gestiona un partido la corrupción que pueda tener dentro. Entre otras acciones estaría lógicamente apoyar a la justicia en todo lo que se pudiera para depurar responsabilidades, y no el lamentable espectáculo de intentar tapar la corrupción que se tiene dentro.
Da la impresión de que siguen siendo los herederos del régimen político anterior, al menos una buena cantidad de guiños así lo indican.
De la decadencia del sistema también tienen una buena parcela de culpa los partidos mayoritarios denominados de izquierdas, que no dan precisamente ejemplo de buena gestión allí donde les toca.
El problema de la corrupción política ya no se concentra como hace algunos años en el gobierno local sobre todo, está inmerso en todos los niveles de la vida política, aunque se hace mas patente en los gobiernos locales, gobiernos que navegan entre la mediocridad de sus dirigentes, que en la mayoría de los casos han hecho de la política su único oficio y beneficio, y la cada vez mayor pasividad de sus votantes, alejándose poco a poco de este autentico chiringuito.
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