Redacción | Los Barrios
El que fuese empleado de la OMIC barreña tiene presentadas demandas judiciales en la jurisdicción social y contencioso administrativa, reclamando sus derechos y su despido fraudulento e ilegal. Tras ganar en primera instancia, está pendiente – como el resto de afectados – de la resolución del recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Si todo esto ha supuesto un gran problema para el trabajador, el Ayuntamiento de Los Barrios ha querido añadir otros, como es la falta de ejecución provisional de la sentencia ganada en primera instancia y la aprobación reciente de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), en la que se puede comprobar que muchos de los trabajos que ejercían el personal despedido, nunca han sido en realidad objeto de amortización, sino que fueron sustituidos por otros empleados públicos, de forma discrecional y “a dedo” por Romero.
“Si amortizar es suprimir lo que no es necesario, cómo se puede justificar suprimir un puesto de un servicio que continúa y era llevado por una única persona, de forma eficaz, siendo sustituido de inmediato por varios empleados públicos -por cierto,sin experiencia, preparación y formación para esta área de consumo. Como dice el afectado: “ Romero despidió sin tener en cuenta la labor que desempeñaba cada empleado y sin una referencia, porque no existía una RPT, vulnerando derechos e intentando con ello crear el mayor perjuicio a los despedidos. En mi caso, después de más de diez años al frente de una OMIC, que era de las mejores en la provincia, me veo inmerso en una indefensión y “linchamiento” judicial, y encima la OMIC sigue funcionando como siempre,en manos de un veterinario municipal, que junto con otros dos empleados, se reparten el trabajo.Han convertido la OMIC en una clínica veterinaria”.
“Con la RPT, el alcalde pretende ahora consolidar a muchos trabajadores en puestos usurpados a muchos de los despedidos, y de paso premiar con jefaturas y altos salarios a sus “empleados afines”. En el caso de la OMIC de Los Barrios es evidente que ha existido una sustitución del empleado que la llevaba por otro u otros, no dándose una amortización real sino ficticia, es decir, un auténtico fraude. Y a pesar de esta realidad, el TSJ Andalucía sigue mirando para otro lado, sin querer conocer y entrar en el fondo del asunto, analizando caso por caso, si realmente se ha producido amortización o no de la plaza. Lo único que hace el alto Tribunal Andaluz es seguir las consignas del TS, que se ha sacado de la manga una interpretación jurisprudencial“más que cuestionable”, que está vulnerando los derechos más básicos de los trabajadores, abriendo una peligrosa vía por la que se pueden articular miles de despidos de empleados públicos en toda España, a coste cero para las Administraciones.
Como recuerda el que fuese encargado de la OMIC: “ No se entiende como el Juzgado de lo Social de Algeciras imparte justicia, fallando a favor de los trabajadores, advirtiendo sobre la discriminación e ilegalidad de las amortizaciones y la nulidad de los despidos, y ahora el TSJA dice todo lo contrario. Tampoco es de recibo, y resulta cuanto menos sospechoso e incomprensible,que pasen meses para cumplirse las demandas de ejecución provisional de las sentencias de los empleados despedidos. Se está dilatando el proceso judicial y nos están generando una “indefensión jurídica” vergonzosa. Es evidente que estamos ante un proceso fuertemente politizado, donde lo que menos importa son los derechos e intereses de la parte más débil, es decir, los trabajadores”.
El exresponsable de la OMIC, como el resto de trabajadores afectados, seguirá con sus demandas y reclamaciones judiciales hasta agotar todas las vías y recursos. De momento ha interpuesto reclamación por la aprobación de la RPT confeccionada por el equipo de gobierno PA -PP, ya que en la misma se siguen recogiendo sus tareas y funciones, esta vez llevadas a cabo por otros empleados. “Casos como el suyo demuestran que Romero no hizo bien las cosas, y que siempre ha pretendido despedir, despreocupándose totalmente de los servicios municipales, al desprenderse de profesionales y empleados con experiencia y formación, que hacían que esos servicios gozasen de la eficiencia y calidad, que siempre han demandado los ciudadanos de Los Barrios”.