El Mapa de Indicadores de la FAMP se diseñó con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y pretende facilitar a las entidades locales la toma de decisiones y la planificación en materia de educación para la sostenibilidad, a partir de a unos indicadores ambientales que permitan conocer el estado municipal en materia de planes, proyectos y programas de educación ambiental y participación ciudadana.
Para desarrollar esta tarea, y cumplir con los objetivos y el calendario previstos, el Ayuntamiento barreño contará con asistencia técnica especializada a través de la FAMP, al igual que se ha hecho con otros ayuntamientos de la comunidad autónoma andaluza. El Mapa está disponible a través del Observatorio de Sostenibilidad de la Red de Ciudades Sostenibles de Andalucía en la siguiente dirección electrónica: http://www.famp.es/recsa/indicadores
La educación ambiental, como corriente internacional de pensamiento y acción surge a mediados de los 70, cuando se empieza a percibir con preocupación que la destrucción de los hábitats y la degradación del medio ambiente son consecuencia de la actividad humana. Su visión inicial, orientada a promover una nueva relación de la sociedad con su medio ambiente, se ha ido ampliando con la perspectiva de la sostenibilidad del desarrollo, a fin de procurar a las generaciones actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y sostenible, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico sobre el que se sustenta, tal y como indica el Libro Blanco de la Educación Ambiental.
La educación ambiental para la sostenibilidad es, pues, clave para formar a futuros ciudadanos y ciudadanas, a fin de transformar concepciones, hábitos y perspectivas, así como informarles sobre los problemas que tiene el medio ambiente y los grandes retos a los que se enfrenta. Se trata de una manera de hacer consciente al ciudadano de las repercusiones que sus acciones, tanto individuales como colectivas, tienen para el medio ambiente y dotarle de herramientas para tomar decisiones coherentes y amigables con su entorno.
La elaboración de indicadores de educación ambiental se ajusta a la necesidad de conocer el grado de sensibilización ambiental de la población en cada región.




