Por momentos me siento indignado con algunos integrantes de esos grupos que se llaman a sí mismo indignados. Y me indigna las mentiras, la manipulación, la violencia de algunos y el totalitarismo que demuestran.
No quiere decir esto que no tengan razón en muchas de las cosas que piden, ni en algunas lecturas de la sociedad española, el problema está en cómo algunos la expresan y cómo la piden.
Las formas, al final, son más importantes que el fondo. Recojo algunas reflexiones de la red:
“Algunos “indignados” hicieron lo que Tejero y los golpistas: decidir que son ellos los que tienen la razón y no el parlamento, y pretender imponerse con la fuerza. A mi esas actuaciones me parecen de fascistas puros y duros.
Si no le gustan los políticos que hay, votad a otros, o qué quieren, que busquemos a uno muy listo y muy bueno y lo pongamos para siempre, y él nombre a dedo a los que cree más capaces? eso se llama dictadura.
Parece que en este país haya cada vez más grupos con interés en saltarse las reglas del juego. Porque es muy sencillo culpar a los políticos, a los banqueros, a… pero ninguno de los protestaban tenían culpa de nada”.
Otra cosa, porqué en algunos lugares los que portan las pancartas de indignados son dirigentes de IU? Yo he reconocido a varios en varios lugares.
Qué pasa, que los políticos de IU están libres de polvo y paja y sólo son malos los del PP y los del PSOE y a ellos hay que perseguir, incluso en las puertas de sus domicilios?
Sinceramente, creo que al movimiento 15 M la presencia de grupos organizados, llámese partidos políticos, sindicatos o clubes de petanca, no le beneficia.
Yo al menos, me siento indignado con el intento de manipulación de aquellos que en las elecciones municipales tenían puesto el disfraz de político, y una vez vencidos en la urnas se ponen el disfraz de indignado para intentar lograr a fuerza de manifestación (a veces violenta) lo que no consiguió en las urnas.
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