El diputado nacional del Partido Popular José Ignacio Landaluce, ha mostrado su más absoluto rechazo a las manifestaciones realizadas en el día de ayer por el comandante de las Fuerzas Armadas británicas en Gibraltar, Adrian Bell, unas declaraciones que el diputado ha calificado como una provocación a las ya de por sí tensas relaciones que están provocando la colonia y Reino Unido con España.
Bell, recuerda Landaluce, ha realizado unas declaraciones en un evidente tono de amenaza, asegurando que si el incidente del pasado lunes con la Guardia Civil se hubiera producido en la base naval de la roca en lugar de en Harbour Views, “el desenlace podría haber sido horrible”. El comodoro alertó de que en la base naval “el personal está armado y autorizado a disparar sobre objetivos hostiles, cosa que podría haber ocurrido”.
El diputado popular va a llevar este asunto de manera inmediata al Congreso de los Diputados para que el Gobierno español aclare su postura acerca de estas declaraciones, ya que suponen un gesto, o al menos así lo considera el Partido Popular, fuera de lugar y en el peor momento de las relaciones entre Gibraltar y España a lo largo de la historia reciente.
Si Gibraltar considera a la Guardia Civil un elemento hostil, prosigue Landaluce, desde el PP entendemos que el Gobierno debe mostrar su más rotundo rechazo a estas afirmaciones por varias razones, pero la primera y más importante es el profundo respeto que España rinde a este cuerpo armado, que durante más de 150 años, desde su creación en 1844 bajo el reinado de Isabel II, ha demostrado con creces su abnegada entrega.
Landaluce ha asegurado que ha llegado el momento en el que la diplomacia española se plantee las causas por las que las relaciones con el Reino Unido y Gibraltar están volviéndose cada día más tensas y actuar en consecuencia pero siempre priorizando sin ambages los intereses de nuestro país y de los campogibraltareños antes que agachar la cabeza y ceder a las amenazas del Gobierno gibraltareño, que ha llegado hasta el punto de avisar de que podría abrir fuego contra la Guardia Civil, aunque esta estuviera haciendo la labor que tiene encomendada y a la que nunca ha fallado.
