Quiero pensar, aunque me cuesta, que lo que está haciendo Jorge Romero en Los Barrios con las empresas municipales es una jugada maestra. Quiero pensarlo, aunque por otro lado lo dudo.
Les cuento. El alcalde anuncia la disolución de las empresas y el despido de los trabajadores, pero sin embargo no sigue los cauces legales para despedir a los trabajadores, a saber: comunicación por carta del despido, pago de indemnizaciones, baja en la Seguridad Social, etc. O sea, no hace lo legalmente establecido para despedir a unos trabajadores.
Sin embargo, comete ilegalidades y no corrige su actitud. Por ejemplo: no deja entrar a los trabajadores a la tele ni aunque se lo ordene la inspección de trabajo. Está cometiendo una ilegalidad, lo sabe, le han advertido, y se mantiene en sus trece.
Conclusión: parece como si quisiera que la justicia no le diera la razón, y ahí entra mis cábalas de jugada maestra.
Veamos. Romero prometió en la campaña electoral que no iba a despedir a nadie, pero también que iba a denunciar a los anteriores gestores y además se ve obligado a dar una solución drástica a la muy difícil situación económica del ayuntamiento, pero sobre todo, de las empresas municipales.
La denuncia contra los tres anteriores alcaldes ya la ha puesto. Cumplida una.
Cerrando las empresas da una solución a la agobiante situación económica, y los pagos pendientes entran a formar parte de ese saco estatal para empresas en quiebra (más o menos), y as responsabilidades penales de los gestores, si las hubiera, se dirimirían por ley.
Queda una tercera promesa: no despedir a nadie. Ya la ha incumplido, pero ahí está la jugada. Haciendo ilegalidades a sabiendas se asegura que los jueces darán la razón a los trabajadores y el Ayuntamiento tendrá que readmitirlos o indemnizarlos, ya que las empresas municipales ya no existen.
Dependiendo de su implicación política, unos serán despedidos e indemnizados y otros pasarán a formar parte de la plantilla municipal.
Con esta jugada habrá cumplido sus tres promesas. La cuestión es: ¿me equivoco?
Ojalá no me equivoque y Romero sea un hábil estratega, porque de lo contrario, el alcalde demostrará que entra al Consistorio sin ideas, bueno, con la única idea de cortar cabezas.
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