Redaccion | Los Barrios
Los hechos ocurrieron hace unos días cuando los agentes fueron alertados tras una llamada de que un joven había quedado encerrado en una vivienda abandonada. La Policía Local activó un dispositivo de búsqueda, a pesar de los pocos datos sobre la identificación del inmueble o zona, donde dicho sujeto podía permanecer,
Finalmente los agentes pudieron contactar por teléfono con el joven, quién se encontraba nervioso y asustado. Tras calmar al menor, los agentes recopilaron información suficiente para dar con el lugar donde se encontraba, a pesar de la escasa e imprecisa información que aportó, pero finalmente se dio con la vivienda en la que estaba atrapado.
En concreto, el menor se encontraba encerrado en el sótano de la vivienda abandonada. La búsqueda se realizó de manera coordinada entre los agentes y el menor; mediante la emisión de señales sonoras desde el vehículo policial se pudo dar con el lugar, ya que el menor fue escuchando la sirena policial y avisó los agentes de su posición.
Finalmente y tras varios intentos, se pudo acotar la zona de búsqueda entre dos o tres viviendas. Los agentes se percataron de que desde los bajos de un inmueble se escuchaban lejanos gritos de auxilio.
El menor se encontraba solo y encerrado en un cuarto de caldera alojado en el sótano de una de las viviendas. Un habitáculo que se conectaba con el exterior únicamente por la puerta de acceso del inmueble que permanecía bloqueada. Además el lugar se encontraba a oscuras y sin ventilación.
Los agentes para rescatar al joven tuvieron que derribar la puerta cortafuegos metálica que se encontraba cerrada y bloqueada.
El concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Gómez, ha felicitado a los agentes por esta gran actuación policial, “gracias a la pericia de los agentes y a la suerte que el menor podía hacer uso de su teléfono móvil, éste pudo ser localizado y rescatado en perfecto estado de salud”.
El menor en el momento del rescate tuvo que ser tranquilizado y animado por los agentes.
Según el relato del joven, “éste se encontraba jugando por la zona con unos amigos, cuando decidió acceder al sótano del inmueble, todo ello al objeto de esconderse y así gastarles una broma. Como consecuencia de ello, quedó encerrado accidentalmente en el cuarto de calderas”.
Desde la Policía Local se recomienda no acceder a viviendas abandonadas, porque pueden ocurrir accidentes como el de este menor.
Además estas viviendas pueden contener basuras y probablemente roedores, que constituyen un riesgo por la posible transmisión de enfermedades infecciosas, entre otros peligros.
