Redaccion | Los Barrios
USB señala que los Policías Locales suelen ser los primeros servicios de emergencias en llegar al lugar del incidente. Cuando una persona sufre un ataque cardíaco, los cinco primeros minutos resultan vitales y pasado diez, las posibilidades son casi nulas, está demostrado que las posibilidades de supervivencia se reducen cada minuto entre un 10% y un 12%.
Por este motivo, cada vez está más extendido la necesidad de dotar a los coches patrullas de equipos automáticos de desfibrilación pudiéndose conseguir de una forma rápida y sencilla que un corazón vuelva a latir.
Junto con la reanimación cardiopulmonar inmediata, la desfibrilación temprana es la única posibilidad de eliminar la parada cardíaca y garantizar la supervivencia de las personas afectadas.
En España se registra una parada cardíaca extra-hospitalaria cada 20 minutos, 24.500 al año. Es un problema que ocasiona cuatro veces más números de muertes que los accidentes de tráficos y podrían reducirse si los coches patrullas estuvieran dotados de desfibriladores.
El Equipo de Gobierno del PA- Los Barrios 100×100 a día de hoy “no ha mostrado interés alguno, aunque USB no pierde la esperanza tras casi 8 años y espera que en lo que resta de la segunda legislatura se pongan las pilas, si no es así entenderemos que a los Concejales les importa poco la vida de los 23.000 vecinos de Los Barrios”.
Son muchos los municipios que ya se han sumado a esta iniciativa tan necesaria y es de destacar los numerosos casos de policías locales que han evitado la muerte de personas que han sufrido paradas cardiorrespiratorias al portar estos aparatos en sus coches patrullas. Como ya sabemos, en nuestro propio municipio se han salvado vidas practicando una RCP, que combina respiración boca a boca con compresiones cardiacas.
USB considera necesaria la combinación de agentes formados en reanimación cardiorrespiratoria y la dotación de los coches patrulla con los sistemas de desfibriladores y ambú, pues su coste para cada patrullero es de tan sólo unos 1.000€. Tan sólo falta la voluntad política para mejorar los servicios públicos que no pueden ser objeto de privatizaciones, las cuales son más caras y precarias.
