Ángel Tomás Herrera | Licenciado en Derecho
Comparto la frase del filósofo René Rebetez: “ Escribo a través del cedazo de mí mismo. Creo que hemos especulado mucho y vivido poco, y eso ha dado como consecuencia una cultura intelectual divergente de la realidad ”. Precisamente para escapar de ese aislamiento del entorno, para huir de la divergencia que genera extrañeza y plomiza ignorancia, que mejor que converger todos de la mano de la Naturaleza, tendiendo puentes hacia esa madre Gaia, mensajera esquiva de la realidad que salpica de lluvia, cura las heridas y nos observa a través de millones de pupilas, inmersas en incontables cosmos sin tiempo.
Emulando a aquellos chamanes prehistóricos, que pintaban con sus manos las imágenes de las plantas y animales, anhelando robar sus almas y prender el tiempo sobre la volátil roca arenisca, un grupo de humanos modernos y enamorados de la Naturaleza ha vuelto a rendirle adoración a través de la imagen. Y aunque la tecnología y la mecanización hayan sustituido los dedos, el carbón y la antorcha, la esencia de la imaginación, ese anhelo de perpetuar el tiempo, sigue perviviendo a través de la instantánea que congela el momento mágico e irrepetible. Ese que no ha de volver y que toma cuerpo de la mano de la fotografía, arte y plasticidad lumínica.
Con esa intención de mostrar los seres que están presentes en nuestros ríos, bosques, mares y cielos, con ese ánimo de convergencia real que apuesta por el compromiso y el respeto al entorno y la vida en miríadas de formas, un grupo de fotógrafos capitaneado por AFOCAM ha organizado esta hermosa Exposición sobre Naturaleza del Campo de Gibraltar. Una muestra en la que se pone en valor la importancia de la migración de aves a través del Estrecho, pero también otros tesoros naturales que muchas personas desconocen, como la enorme diversidad de especies y la variedad singular de hábitats sin parangón que poseemos en nuestro territorio. La exposición es la primera que se hace de este tipo y gracias a la gran aceptación que ha tenido auguro que no será la última. La muestra durará todo este mes de abril y se presenta en el Museo del Istmo de la Línea de la Concepción, contando con fotografías de más de 30 fotógrafos – entre éstas las de un servidor.
Quiero también destacar el nivel de las ponencias y profesionales que se han dado cita a raíz de este encuentro, tratando diferentes estilos de la fotografía de la naturaleza y su trabajo de campo con diversas especies: Así se ha proyectado el documental “Passing the Pillars of Hercules” de Manolo Castro y José María Gil; trabajo que habla de la migración animal a través del Estrecho de Gibraltar, tanto de aves y atunes rojos, como de otras especies que se han aclimatado como autóctonas a lo largo de la historia. Otras ponencias de interés han sido la de José Antonio Gil sobre “Fotografía creativa de aves: decorados y fondos artificiales” y la dedicada a “La fotografía submarina en los fondos del Estrecho y sus peculiaridades” de Manuel Pérez Ruiz. También quiero destacar las comunicaciones de los amigos Domingo Mariscal Rivera, que ofreció una visión sobre el Parque Natural de Los Alcornocales y el peculiar entorno del Bosque de Niebla, y Alfredo Batlencia, con su ponencia sobre quirópteros a propósito de la “ Cueva del Tufillo, un reducto para los murciélagos” – algunos de especial protección como Miotys Blythii y el Rhinolophus Ferrumequinum.
Las ponencias tuvieron su broche de oro con la comunicación de Juan Luis González Pérez, que trató sobre “La reserva de la biosfera intercontinental del Mediterráneo. Andalucía – Marruecos”, y Jorge Luis Romo Villalba – especialista en fotografía subterránea – con sus “Nómadas subterráneos”. El colofón a la muestra vino de la mano del consagrado fotógrafo Fernando Barrios, que a propósito de su ponencia sobre “La migración soñada”, abordó la migración prenupcial y postnupcial de cientos de aves, que estacionalmente cruzan el Estrecho en su eterno viaje de África a Europa y viceversa.
El amor desinteresado y la admiración por la Naturaleza unen a todos los que exponemos imágenes, por encima de ideologías, credos y pensamientos. Una muestra sin duda bella y pionera en la que se entremezcla luz, sensibilidad, paciencia, admiración y observación. Mi especial agradecimiento a los amigos Antonio Benítez Paz, Francisco Luis Ramos Juana y Felipe López Lozano por contar conmigo para la muestra, así como al resto de compañeros de AFOCAM y el área de cultura del Ayuntamiento de la Línea de la Concepción.
Espero que exposiciones como ésta generen afición por la fotografía y alimenten una conciencia pública sobre la protección de nuestro entorno y especies, gravemente amenazados por diferentes acciones u omisiones humanas, tales como la contaminación galopante, el cambio climático, el régimen energético actual, la sobreexplotación de recursos naturales, la destrucción de hábitats y comunidades animales o vegetales, la desertización y desertificación, la imparable “seca del alcornocal”, la instalación de infraestructuras, desecación de tierras y la mala gestión de fincas privadas, la falta de depuración de las aguas o la desidia en numerosos temas ambientales por parte de las autoridades y administraciones públicas competentes. Deseo que todas esas fotos y aquéllas que están por hacer formen parte de nuestro futuro y no terminen siendo un mudo y triste recuerdo del pasado. Démosle una oportunidad a la Naturaleza, ella nos sonreirá con el frágil brillo de millones de miradas.
“Se ve solo con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos.”
Antoine de Saint – Exupéry.
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