Patronales decadentes

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Rafael Fenoy Rico | Secretario de Comunicación Educación de la Confederación General del Trabajo (CGT)

De actualidad, aunque se veía venir, la Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar se disuelve. Cada vez más las llamadas Patronales, Asociaciones de Grandes Empresas, etc… se muestran con mayor claridad a la opinión pública como entidades que lejos de defender los verdaderos intereses empresariales, utilizan su pretendida representatividad para apoyar a los gobiernos de turno que son los que las ceban mediante cuantiosas y suculentas subvenciones, animándolas a que sopeen en el lucrativo y fraudulento puchero de EREs y Cursos de Formación. El llamamiento a aligerar la investidura de la Sra Susana Díaz es un botón de muestra.

Canales de dineros públicos a raudales han pasado de las arcas públicas a bolsillos “sin ánimo de lucro”. ¡Menos mal! que manifestaban no tener ese ánimo, ya que el lucro ha sido enorme e incesante. Cuando de tarjetas Black se habla, nada se comenta de las tarjetas que utilizan a diestro y siniestro, algún que otro mandamás de una parte de este “movimiento asociativo”. Pero como los gobiernos que subvencionan, también ponen la mano: ¿Quién tiene verdadero interés en fiscalizar las cuentas de tanta subvención? ¡Nadie! Sin ir más lejos los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) denuncian que incluso La nueva Ley General Tributaria seguirá sin poner remedio al fraude fiscal de las grandes fortunas y empresas. Un 72% del fraude fiscal que se comete en el país, depende directamente de ellas, a pesar de que según denuncian los técnicos de hacienda “son el colectivo menos investigado por la Agencia Tributaria”. Seguir votando gobiernos que permiten el fraude, que miran para otro lado, que subvencionan este entramado fraudulento o es necedad o locura.

Separar la paja del grano no es fácil ya que el concepto “empresario”, es tan, tan, tan amplio, que cabe en él desde el pequeñísimo comercio o autónomo vecino, hasta Florentino Pérez (presidente del Grupo ACS y del Real Madrid C.F o Rafael del Pino (presidente de Ferrovial) entre unos cuantos miles. Mientras que los autónomos suponen casi un 20% de la población ocupada, con 3.115.747 personas inscrita. Si llamamos empresario a Florentino o a Rafael y denominamos empresas a ACS, al Real Madrid, o Ferrovial, ¿Cómo es posible llamar empresarios a estos algo más de tres millones de autónomos que se las ven y se las desean en general para llegar a fin de mes? He ahí un concepto que debe modificarse. Porque cuando, sindicatos como la CGT califican de decadentes a las patronales, es preciso recordar que se ha sido siempre críticos con la Federación de Empresarios del Campo de Gibraltar, porque estaba sustentada en la AGI, (Asociación de Grandes Industrias), con intereses contradictorios con las pequeñas y medianas empresas de las contratas del sector. Porque las Grandes empresas son las que tienen poder real, tanto económico como político, y nunca al pequeño “empresario”, que mal vive como la clase trabajadora y que son “castigados”, por las políticas recaudatorias impuestas por gobiernos para que los más ricos (entre ellos las grandes empresas) no dejen nunca de serlo, a costa de lo que haga falta.

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