Los experimentos con las presas de Málaga del psiquiatra Vallejo Najera

En esta sección el profesor e historiador, José Manuel Algarbani, da a conocer documentos y fotos sobre la república, guerra civil y posguerra relacionados con el Campo de Gibraltar.

>

Se presenta en este documento, de mayo de 1939, un estudio sobre presas políticas de la cárcel de Málaga donde se puede apreciar la idea que sobre las mujeres republicanas tenía el nuevo régimen franquista, el autor sería uno de los máximos exponentes de los “intelectuales del régimen”. Recomiendo leerlo completo porque nos explica mucho del argumentario político del régimen dictatorial.

Antonio Vallejo Nájera sería el jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares durante los años más duros de la dictadura franquista. Uno de sus objetivos fue demostrar la inferioridad mental de las personas de ideología marxista (en el contexto de la época quería decir republicano). En 1938 dirigió un estudio sobre los prisioneros de guerra republicanos, para determinar qué malformación llevaba al marxismo. Su objetivo era buscar el gen rojo. Entre estos estudios, Vallejo-Nájera llevó a cabo uno sobre 50 mujeres presas políticas malagueñas. Entre otras afirmaciones concluía que: “las mujeres republicanas tenían muchos puntos de contacto con los niños y los animales y que cuando se rompen los frenos sociales son crueles por faltarle inhibiciones inteligentes y lógicas, además de tener sentimientos patológicos”

Argumentaba la inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política: “La perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores”.

Aunque la idea de las estrechas relaciones entre marxismo e inferioridad mental ya la había expuesto anteriormente en otros trabajos, planteaba que la segregación de estos sujetos desde la infancia, podría liberar a la sociedad de plaga tan terrible”.

Además de argumentar las bases biológicas de las opciones políticas, sus textos contribuyeron a fomentar la idea de la inferioridad de las mujeres: “A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misión en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella.”

Su purificación de la raza incluía el resurgimiento de la Santa Inquisición en contra de las personas que consideraba antipatrióticas, anticatólicas y antimilitares que corrompían la raza española; “…Este espíritu lo definía como “militarismo social, que quiere decir orden, disciplina, sacrificio personal, puntualidad en el servicio, porque la redoma militar encierra esencias puras de virtudes sociales, fortaleza corporal y espiritual”. Y para mejorar la raza era necesaria “la militarización de la escuela, de la Universidad, del taller, del café, del teatro, de todos los ámbitos sociales”.

Todas sus investigaciones están encaminadas a demostrar que el marxismo es una enfermedad mental, que existe un gen rojo que hace enfermar a las personas y que lo mejor es que los rojos no tengan hijos o, si los tienen, se les separe de sus padres. La dramática conclusión de sus teorías la expuso en “La locura y la guerra: psicopatología de la guerra española”, en el que abogaba por la separación de los hijos de los padres de los marxistas, pues “la segregación de estos sujetos desde la infancia podría liberar a la sociedad de una plaga tan temible”.

El comandante y psiquiatra Antonio Vallejo Nájera (1889-1960) fue una de las figuras clave de la represión franquista y la revistió de un manto seudocientífico.

Noticias relacionadas

 
30 marzo 2024 | Manuel Álvarez Vázquez
El pozo del Santísimo o de la Tinaja
 
22 marzo 2024 | Manuel Álvarez Vázquez
El nombre castellano de Palmones
 
12 marzo 2024 | Manuel Álvarez Vázquez
El nombre de Los Barrios