Redacción | Los Barrios
Se han detectado graves ataques de la plaga que afecta a las chumberas en distintos lugares del municipio que amenazan con acabar definitivamente con esta planta. Los datos indican que se trata de la plaga de la cochinilla del carmín.
Esta plaga parece haberse iniciado en el Levante español, en la zona de Murcia y haberse extendido por toda la costa andaluza hasta llegar a la provincia gaditana, causando estragos en los cultivos de tunas, sin que ninguna administración pública haya intervenido de manera eficaz hasta el momento.
Se da la circunstancia de que la cochinilla del carmín, es un insecto de los llamados “industriales”, ya que son cultivados de forma controlada en las tunas para extraer un colorante rojo natural, que se utiliza para la fabricación de numerosos productos como el color carmín de los pintalabios, tintes para la ropa y colorante alimenticio para el chorizo, yogurt, quesos, postres, golosinas y otros.
El problema ha surgido cuando ese insecto ha conocido una proliferación incontrolada convirtiéndose en una plaga mortal que debilita y acaba por matar a las tunas, aunque los científicos aún están estudiando si lo hacen por acción directa de dichos insectos o indirectamente por inoculación en las plantas de elementos patógenos que son los que finalmente acaban con ellas.
En cualquier caso, los vecinos exigen un rápida actuación por parte de las administraciones tanto del Ayuntamiento de Los Barrios como de la Junta de Andalucía,a fin de parar y erradicar en lo posible este gran problema para las tradicionales chumberas, que, aunque son originarias de Centro América forman parte de nuestro, paisaje desde hace varios siglos, además de suponer cierta aportación económica a determinadas personas en la temporada de sus frutos, los chumbos.
Además del problema causado a las plantas por estos insectos, en especial los machos alados, son muy molestos para los habitantes de las viviendas cercanas a las tunas, convirtiéndose en verdaderas nubes molestas, fundamentalmente, en las horas nocturnas cuando son atraídos por las luces de las farolas o las propias viviendas.
