Ortega se adentra en la Roma de César para escribir su tercera novela

Tras publicar El Reino de las sirenas en 2011, el escritor de Los Barrios José Antonio Ortega prepara ya su nueva novela, que estará basada en la Antigua Roma. Ortega vuelve a apostar por la novela histórica como ya hizo con su primer libro, del que prepara una segunda parte.

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Publicado en www.apuntanoticias.com

¿Por qué escribió El Reino de las sirenas?

Quería escribir una historia inspirada en el misterio del Mary Celeste, el bergantín de bandera estadounidense cuya tripulación desapareció en el Atlántico en diciembre de 1872, muy cerca de las Azores, sin dejar rastro. La historia me llamó la atención no ya sólo por el misterio en sí mismo, sino por su relación con Gibraltar.

¿Le costó mucho obtener la documentación histórica que le permitió escribir El reino de las sirenas?

Había oído hablar del Mary Celeste e incluso había leído algún que otro texto sobre el tema. En Internet se pueden encontrar mil y una referencias. El problema es que la mayoría de dichas referencias cae en tópicos y tergiversaciones. Yo nunca tuve la intención de realizar una crónica real ni muchísimo menos, ni desvelar la clave del enigma, pero sí es verdad que a medida que me sumergí en los detalles del caso sentí la necesidad de ir descubriendo más y, una vez puesto en faena, fui encontrándome con curiosidades, casualidades y hechos interesantes y anecdóticos que pude ir entrelazando. Me supuso algún esfuerzo recabar información porque en español no hay nada publicado sobre el Mary Celeste (aparte de esas referencias en Internet que mencionaba antes). Toda la bibliografía está en inglés y localizable al otro lado del charco, así como la documentación que me fue de utilidad: recortes de prensa, censos, certificados de matrimonio y defunción, etcétera. Por fortuna, en Estados Unidos hay ya muchos archivos digitalizados a los que se puede acceder, previo pago, y eso me fue de gran ayuda.

¿Cómo se siente más cómodo, con el relato corto o con la novela?

No sabría decir. Cada proyecto tiene su propia exigencia. Es en el momento en el que te pones a desarrollar una idea cuando la necesitad te obliga a optar por un camino o por el otro. Si me apuras, me inclino por la novela. Ponerte a escribirla es como emprender una aventura. Te absorbe porque te pasas el día pensando en lo que has escrito o en lo que vas a escribir cuando estás en la playa o incluso cuando duermes durante un largo período de tiempo y, aunque a veces pueda resultar un tanto cansino, es también un reto apasionante.

Tras casi un año de la edición de su libro El Reino de las Sirenas, ¿Le ha tratado mal la crisis económica?

La verdad es que no tengo ni idea. No pienso en las ventas y no pregunto a la editorial por ellas. No quiero hacerme expectativas y luego llevarme un fiasco. No corren buenos tiempos para vender libros. Incluso a mí que estoy dentro de ese mundo me cuesta comprarlos. No obstante, me consta que algunos que se van vendiendo. La promoción, por muy modesta que pueda ser, contribuye a ello.

¿Tiene usted intención de vivir de la literatura?

Ya he estado viviendo de la literatura hasta no hace mucho en la medida en la que he estado viviendo de lo que escribía: notas de prensa, artículos, entrevistas, discursos, saludos… Todo eso es también literatura. Yo no me he dedicado a otra cosa prácticamente en los últimos 20 años. Es verdad que mi situación actual es la de desempleado y a la espera de que se celebre el correspondiente juicio por la demanda que tengo interpuesta. Desempleado pero con una sentencia a mi favor de carácter irrevocable, por un juicio que ya gané, que el alcalde de Los Barrios, pues era para el Ayuntamiento de esta localidad para el que trabajaba, se ha pasado por el forro y no ha cumplido. Como sé que a lo que te refieres en realidad es a si tengo intención de vivir de los libros, te diré que sí. Otra cosa es que lo consiga. Hoy día es mucho más fácil publicar, pero resulta más difícil ser valorado y tener éxito. Algo lógico. La cantidad y la calidad rara vez van de la mano.

¿Se siente Ilusionado para escribir una nueva novela?

Ya estoy con una nueva novela y más ilusionado que nunca si cabe. En primer lugar porque me siento más preparado, más rodado, si lo prefieres; en segundo lugar, porque es un proyecto que tenía guardado en un cajón desde hace más de 20 años y que está, pues, muy madurado; y en tercer y último lugar, porque la historia me tiene entusiasmado y atrapado. Se trata de una obra rigurosamente histórica, y muy, muy, muy documentada, que aborda una de las etapas más apasionantes de la Historia de la Roma Antigua, la de la transición de la República al Impero, con personajes como César, Pompeyo, Cicerón, Marco Antonio, Octavio Augusto, y con un gaditano de singular relevancia como protagonista. Además de ello, voy tomando apuntes para la segunda, comprometida y definitiva parte de El Reino de las Sirenas.

Usted forma parte de la docena de narradores que participaron en el proyecto literario Andalucía: Golpe a la crisis (12 narradores en clave de cuento). ¿Por qué este proyecto?

Fue una invitación de la editorial, que me pilló un poco a contrapié y para la que tuve que improvisar. No se habla de otra cosa que de la crisis desde hace ya 4 años y desde la editorial se pensó que se le podía sacar algo de provecho al tema.

¿Es la literatura un remedio ante la crisis de valores en la que está inmersa occidente?

Tanto como un remedio no lo creo. Ni creo que lo haya sido nunca en otras épocas. Ante la crisis la literatura puede servir de espejo, quizá para despertar alguna que otra conciencia, o como lugar de encuentro para el debate, la reflexión y poco más. Pero no hay que olvidar que también sirve para que nos evadamos. En todo caso, queda el consuelo de que nos ayuda a comprender el mundo, aunque sea a posteriori.

¿Es difícil editar para un campogibraltareño?

Sí que lo es. Tanto o más de lo que lo pueda ser para un escritor de cualquier otro punto de España. Bueno, aunque no es lo mismo estar en Los Barrios o en Algeciras que encontrarse en Sevilla, Barcelona o Madrid. Como ya decía antes, hoy es más fácil publicar, pero más difícil ser valorado y tener éxito. La cuestión está en las condiciones en las que se publica. Las nuevas tecnologías están siendo toda una revolución en el mundo de la edición. Como me comentaba una vez alguien hoy hay más gente que escribe de la que lee y no andaba falto de razón. Por eso nos encontramos con un exceso de publicaciones y una muy alta inflación de títulos. Lo curioso es que ya en el siglo I a. de J.C. y en la Roma de César, a la que antes hacía alusión, por cierto, Cicerón se quejaba de lo mismo (“Estos son malos tiempos, los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros”, decía el orador), y eso a pesar de que, por aquel entonces, no existían técnicas de impresión, sino copistas amanuenses, e Internet tampoco, que yo sepa.

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