Las enfermedades de transmisión sexual repuntan en España

El sexo sigue siendo uno de los temas que se tratan con determinado cuidado cuando se trata de hablar de ello abiertamente en la sociedad. Sin embargo, en ocasiones esto es necesario para concienciar de asuntos como las enfermedades de transmisión sexual, algunas de las más peligrosas que existen y que están sufriendo un repunte en España en la actualidad.

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Redaccion | Los Barrios

El número de casos se ha multiplicado de manera exponencial durante los últimos tiempos, lo cual se traduce en una creciente preocupación sanitaria que afecta a cada vez más personas.

Es especialmente preocupante que este repunte de casos de enfermedades de transmisión sexual se produzca en estos momentos, en pleno siglo XXI. Se lleva hablando mucho tiempo de que las generaciones actuales son las más preparadas y las que más conocimientos tienen de toda la historia, lo cual contrasta en gran medida por esta tendencia hacia el sexo sin ningún tipo de protección ni de pensamiento futuro hacia las consecuencias que puede tener. Únicamente vuelve a importar el “aquí y ahora”, como medida de valoración.

Las consecuencias de esta banalización del sexo sin protección, como se mencionaba, se están haciendo notar hasta el punto de convertirse en un problema para buena parte del sector joven de la sociedad, que ahora se ven arrastrados por su entorno hacia unas prácticas poco saludables. El mayor intrigante de todo esto, no obstante, es qué se puede hacer para hacer conscientes del peligro que esto supone a unas personas que tienen toda la información necesaria completamente a su disposición.

Las nuevas tendencias sexuales

Buenas parte del incremento de las enfermedades provocadas por transmisión sexual se debe a la aparición y popularización de nuevas prácticas que favorece a estas, como el chemsex. El chemsex consiste en la práctica continuada durante varias horas de la actividad sexual, algo que es posible gracias al uso de drogas y otros medicamentos que facilitan que se pueda seguir el ritmo sin desfallecer. Realizado de manera frecuente en fiestas y eventos exclusivos destinados a este fin, es frecuente que el coito se practique sin ningún tipo de protección, llegando incluso a compartir jeringuillas y otros materiales de inoculación de drogas.

Todo ello no hace más que poner en relevancia la necesidad de inculcar hábitos de sexo seguro, ofreciendo siempre una lectura adicional y otros métodos de información acerca de los métodos no solo anticonceptivos, sino también que eviten el contagio de este tipo de enfermedades. Generalmente, la mayoría de las personas únicamente se quedan en los preservativos como herramienta de protección, pero la realidad es que hay otras medidas que se pueden llevar a cabo y que pueden adaptarse así a la situación particular de cada pareja o escenario en el que se practica el sexo.

La educación en la prevención es fundamental cuando se trata de infecciones de transmisión sexual, no solo para que no se produzcan contagios por desconocimiento en relaciones habituales, sino también para no caer en prácticas como el chemsex. La protección y la información son las dos únicas armas con las que se cuenta en la actualidad para combatir el crecimiento problema de la propagación de ETS, dos vías a las que las autoridades caad vez destinan más recursos.

Ante la duda, precaución

Los nuevos métodos anticonceptivos, como las pastillas, pueden provocar la falsa sensación de creer que el sexo que se practica con la persona que las toma ya es seguro debido a ello. Si bien es cierto que la probabilidad de embarazo se ve prácticamente anulada con estas, no lo es menos que las enfermedades de transmisión sexual siguen pudiendo ser contagiadas de estar presentes. Es importante, por ende, saber diferenciar qué es lo que aporta a la práctica sexual cada uno de los métodos y opciones a disposición de las personas para poder así actuar en consecuencia.

Ante las dudas de si se puede haber contraído una de estas enfermedades, lo primero es extremar las precauciones y asegurarse de ello antes de realizar ningún tipo de acción sexual con otra persona. Lo mismo aplica en el caso contrario, habiendo de asegurarse al cien por cien de que la persona con la que se quiere practicar el sexo no está contagiada, en el caso de querer hacerlo sin protección. La recomendación general, no obstante, es aplicar el grado máximo de protección posible sea cual sea el caso y situación.

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