La delegación de Parques y Jardines, que dirige Cristóbal Melgar, ha decidido retirar el servicio de corte y evacuación de palmeras afectadas por la plaga del picudo rojo que el Ayuntamiento prestaba a los propietarios particulares de las mismas y cuyo coste venía hasta ahora asumiendo desde que la Junta de Andalucía dejó de prestarlo. Parque y jardines reduce en gastos con esta medida y cambia el protocolo de actuación para concentrar los recursos disponibles en defender el palmeral público.
Como consecuencia de las altas temperaturas registradas el pasado verano y en lo que va de otoño la plaga se ha agravado en el término municipal, de manera que en los últimos meses se han detectado más casos que en los tres últimos años. No obstante, de las 47 palmeras en las que se ha localizado la presencia del insecto, sólo 3 son de titularidad municipal, mientras que las 44 restantes son propiedad privada, lo que pone de manifiesto que el programa de tratamiento preventivo al que han sido sometidos los ejemplares pertenecientes al Ayuntamiento ha demostrado un alto grado de eficacia.
Hasta el año pasado el picudo había atacado con mayor incidencia a palmeras de la periferia en zonas como Benharás, Ciudad Jardín o Guadacorte y fincas colindantes con los términos municipales de Algeciras y San Roque. Sin embargo, este año el coleóptero ha conseguido llegar hasta el casco antiguo barreño y también la barriada de Santa Rosa.
El Ayuntamiento tiene previsto mantener el programa de detección, información y asesoramiento a los particulares que lo necesiten con fines preventivos o en tareas curativas en los casos en los que los técnicos las estimen viables, pero las palmeras gravemente infectadas deberán ser eliminadas, a partir de ahora, por sus dueños y con sus propios medios.
Actualmente, el programa de prevención que está desarrollando el Ayuntamiento para las palmeras de titularidad pública y las emplazadas en zonas comunes consiste en un control que tiene como base un tratamiento foliar directo sobre la corona de la palma con insecticida encapsulado, la limpieza manual sobre los tejidos afectados de cada ejemplar y la colocación y mantenimiento de una red de trampas olfativas. A todo ello hay que añadir un método de inyección al tronco de la palmera afectada llamado endoterapia.
Un tratamiento que consiste en la inyección en el tronco de la palmera de un insecticida que circula por la savia y llega a todos los lugares de la palmera, afectando de esta manera al picudo rojo que se encuentra oculto en el ojo de la palmera.
Una vez se ha llevado a cabo este tratamiento se realizan controles periódico para controlar el desarrollo de la plaga y este tipo de actuación es muy útil en zonas de difícil acceso y no se producen molestias a los vecinos en ningún caso.
El ‘Rhynchophorus ferrugineus’ es una pequeño escarabajo de color anaranjado rojizo -de ahí su nombre- originario del sudeste asiático que mide entre 19 y 42 milímetros de largo y de 8 a 16 milímetros de ancho. Las larvas de este insecto, que apareció por primera vez en España en la localidad granadina de Almuñécar, excavan galerías dentro del tronco de la palmera para alimentarse de sus tejidos y propagan a través de ellas infecciones fúngicas que aceleran la descomposición del ejemplar, deteriorándolo gravemente antes de que puedan detectarse los primeros síntomas visibles.