En la primera corrida de toros de la feria de Algeciras, el diestro gaditano deslumbró con su toreo profundo y cargado de personalidad, logrando cortar tres orejas y reafirmando su idilio con esta plaza.
Al primero de su lote, un toro con poder y transmisión de Fuente Ymbro, lo recibió con verónicas de gran temple, cargadas de empaque y gusto. Tras el puyazo, realizó un emotivo gesto a la tierra y a Miguelín, toreando por espaldinas que pusieron al público en pie. La faena de muleta fue a más, toreando con la mano muy baja por ambos pitones y dejando detalles de enorme torería, desde trincherillas de mano muy baja hasta pases de pecho a la hombrera contraria. La estocada fue rotunda. Dos orejas en el esportón, fuerte petición de rabo y vuelta al ruedo para el toro.
El sexto fue más exigente, pero Galván mostró madurez y aplomo en una faena medida, también de menos a más. Dominó al complicado de Fuente Ymbro con toreo cadencioso y cargado de poso. Nuevamente rubricó con una gran estocada, sumando otra oreja de gran peso.
La afición de Algeciras volvió a rendirse ante el arte y la entrega de Galván, que protagonizó una tarde rotunda y se reafirma como uno de los nombres propios del momento.
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