Recibió con temple y empaque al quinto de la tarde de la ganadería de San Pedro y Salamanca. Ya con la muleta inició por doblones por bajo que calaron en los tendidos, faena a más en la que brilló con la mano izquierda, toreando al natural con gran temple, profundidad y asentamiento. Paró el tiempo por naturales, toreando con mucho empaque y verdad. Remató la faena por poncinas que pusieron al público en pie. Mató de gran estocada y se le otorgaron las Dos orejas.
Confirmó alternativa en el primero de la tarde, un toro que no se lo puso nada fácil al diestro gaditano, al que le impuso su concepto pero poco o nada se podía hacer frente a su oponente.
David Galván se consagra en la capital peruana consiguiendo su 9ª puerta grande consecutiva en el país.
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