A pesar del frescor de la velada, como consecuencia del viento de poniente, el público que se dio cita en este céntrico espacio de la localidad barreña, pudo disfrutar de la representación de la obra “Don Gil de las Calzas Verdes”. Una comedia de intriga y enredo que el dramaturgo madrileño, uno de los representantes del Siglo de Oro de las Letras Españolas, escribió en 1615 y que es considerada una de las piezas más logradas del teatro barroco español.
La función, a la que asistieron el delegado de Cultura, Daniel Pérez Cumbre, y la delegada de Sanidad y Participación Ciudadana, Inmaculada Domínguez, se desarrolló con normalidad, sin incidencias alguna y con un absoluto respeto en todo momento a las medidas establecidas para prevenir posibles contagios de la Covid-19, como el distanciamiento y el uso de mascarillas y gel hidroalcohólico que los espectadores tuvieron a su disposición al acceder a lo que podría llamarse el patio de butacas. Además, todos los asistentes fueron sometidos a un control de temperatura corporal antes de entrar en la zona de la plaza que se acordonó para la ocasión.
Dirigida y adaptada por Asun García, el elenco de actores que llevó a las tablas la divertida pieza de Tirso de Molina estuvo compuesto por Mario Fernández, Rocío Rondón, Manuela Rojas, Juan José Fernández, Rosa Calvente, Laura Delgado, David Díaz, Bruno Morante y Darío Jurado. Todos ellos estuvieron excelentes en la interpretación de los personajes y en el manejo del castellano antiguo del texto original.
Basado en el recurso de la doncella disfrazada de varón y la confusión y la comicidad que tal circunstancia genera, el argumento de “Don Gil de las Calzas Verdes” cuenta las peripecias de Doña Juana, quien para recuperar a su exprometido se viste de caballero con la intención de conquistar a la nueva prometida de este.
