Alumnos de bachillerato del IES Carlos Cano visita la Casa de la Alegría, en Coria del Río

El alumnado de 1º de bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades del IES Carlos Cano, visitó el jueves 8 de febrero la Casa de la Alegría, como así la llamó Blas Infante, y el Museo de la Autonomía de Andalucía, ambos en Coria del Río.

>

La visita, organizada por el Departamento de Geografía e Historia del dentro, sirvió para que el alumnado de bachillerato conociera de primera mano la historia y los símbolos asociados a la autonomía de Andalucía, y la Casa donde Blas Infante, vivió sus últimos años de vida, antes de ser asesinado por los sublevados tras el golpe de estado y posterior guerra civil española de julio de 1936.

En los últimos años de su vida, entre 1932 a 1936, Blas Infante construyó y disfrutó de su casa de Coria a la que llamó “La Casa de la Alegría”. Fueron sus últimos cuatro años de vida. En su faceta pública, este espacio singular fue testigo de sus reflexiones acerca del intento autonomista de la Segunda República. Un momento que vivió intensamente y en primera fila: fueron los años de la Asamblea Regional Andaluza de 1933 y del proyecto de bases del Estatuto, la organización de las Juntas Liberalistas por todo el territorio, la participación en numerosos eventos de todo tipo para difundir la cultura e identidad de Andalucía … En esta casa se encuentran aún hoy, tanto las dependencias privadas, como su despacho y biblioteca. Dar al Farah (Casa de la Alegría) es un lugar de enorme y singular importancia de nuestro patrimonio histórico andaluz.

En esta casa, el ejército golpista detuvo el 2 de agosto a Blas Infante para llevárselo a Sevilla para su posterior fusilamiento en la noche del 10 al 11 del mismo mes. Hoy día sigue en pie y se ha convertido en un punto para la reflexión sobre las injusticias y delitos cometidos por el fascismo en nuestro país.

En el Museo de la Autonomía de Andalucía, además de conocer en profundidad los símbolos de Andalucía y ver la primera bandera de Andalucía diseñada por Blas Infante, que fue confeccionada por la mujer de Blas Infante, Angustias García Parias, usando la tela que el Padre de la Patria Andaluza adquirió en su viaje a Marruecos. Décadas más tarde esta bandera, conservada por su familia, encabezó la manifestación de 4 de diciembre de 1977 en Sevilla. Esta bandera fue custodiada por la familia de Blas Infante hasta la adquisición de la Casa de la Alegría por la Junta de Andalucía en 2001.

También se analizó teniéndola presente la primera bandera institucional de la Junta de Andalucía, confeccionada, según la Declaración de la Comisión Promotora del Ente Regional de febrero de 1977, para presidir la que fuera a partir del 4 de noviembre de 1978 la primera sede del Ente Preautonómico, el Pabellón Real de la Exposición Iberoamericana de 1929 en Sevilla, y donde se izó por primera vez. Anteriormente custodiada en el Archivo General de Andalucía, esta bandera se conserva en el Museo de la Autonomía en calidad de depósito, , para su puesta en valor, conocimiento y difusión social. Además, se analizó el escudo original de Andalucía, que coronaba la puerta de la Casa de Blas Infante. Fue encargado por el propio Padre de la Patria Andaluza al ceramista Pedro Navia.

También está depositada en una sala del museo, la Pizarra original del referéndum de 28 de febrero de 1980, donde se recogieron en su día los resultados de la consulta del 28 de febrero de 1980. Se trata de la pizarra original del referéndum del 28 de febrero. Los andaluces fueron preguntados por su posicionamiento, a favor o en contra, sobre el acceso de Andalucía a la autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución Española, al mismo nivel que las denominadas Comunidades Históricas. Tras la consulta sobre la iniciativa autonómica, la pizarra fue reutilizada recogiendo los datos del referéndum para la aprobación del Estatuto de la Autonomía de 20 de octubre de 1981. Por este motivo, los datos anotados en ella en la actualidad no se corresponden con los de aquel 28 de febrero de 1980, sino con los recogidos en el referéndum del estatuto de un año después. Sencilla, realizada con materiales de baja calidad -aglomerado de madera con una capa de pintura verde y casillas trazadas con tiras de esparadrapo- esta pizarra tiene un enorme valor simbólico y emotivo.

Noticias relacionadas