(Desde el exilio en un año , este que acaba, de terror para Ucrania y el mundo)
Querido y admirado Rey Mago Baltasar:
Mi petición va dirigida a vuestra persona pero, porfa, que no interpreten sus compañeros que con ello los discrimino, lejos de mi tal idea; pues en este mundo inclusivo nadie por ninguna razón debe sufrir de ello. Lo hago para que los otros miembros del trío de ilusión estén libres para atender las muchas epístolas que recibirán.
Esta niña que os escribe es una pequeña humana hoja, hoy errante, del árbol ucraniano. Actualmente estoy en otra rama diferente a la nuestra.
Me hallo acogida en una familia española quien, obrando humanitariamente, me tiene adoptada entre los suyos. Aquí con ellos, lejos de mi patria, en este portal familiar vivo hoy día.
No voy a pediros juguete alguno, ninguno de ellos serviría para llenar mi gran vacío. Majestad, lo que preciso es que vuelva a reinar en mi país la paz. Oh, que maravilloso y necesario sería que acabe esa guerra, la que nunca debió empezar, la que tantas vidas ha segado sembrando desolación y destrucción. Que todos los que hemos huido podamos volver, ya que mientras estemos lejos de Ucrania nuestra vida es angustiosa.
Regálenos, rey Baltasar, un mundo de paz, sin ella es imposible que tengamos el pan, haga que en los corazones de los jerarcas y magnates crezca la mejor de las simientes, la de buscar un orbe justo y que no queden familias destrozadas y los niñ@s no lloren porque están abrasados por el fuego de la metralla. Que las lágrimas de la infancia no sean derramadas porque les falta protección y todo lo que es tan necesario e imprescindible para vivir con normalidad.
Que en este día de Reyes de 2023 llegue a todos los hogares una cabalgata que transporta el mejor regalo, la dichosa paz, el que no debe venir envuelto en embalajes de falsedad e hipocresía y si en el papel que los líderes políticos deben ejercer con justicia, hacer que todos los rincones del mundo gocen de bienestar. Tampoco se olvide, majestad, de que nuestra salud no sufra con terribles pandemias, pues entre estas y las guerras la humanidad vive en el pánico y el miedo.
Baltasar, por favor, traiga a cada hogar la verdadera felicidad y no objetos que más nos encadenan a la esclavitud del consumismo. Liberemos desde pequeños a los hombres y mujeres de ser servidores del materialismo. Tráigannos lo que nada pesa, lo que es muy fácil de portear y que solamente hay que sacar del humano corazón, los valores humanos: solidaridad, cooperación, … en resumen amor a nuestro prójimo como nos enseñó a amarlo el Niño que nació en Belén.
Usen sus poderes para vencer a los nuevos Herodes y defiendan a ese niño que habita en los corazones de los que sufren. Es deprimente que por culpa de las ansias de poder de esos quede el lindo portal de los humanos convertido en la más dura piedra y, ensordecidos por las bombas no escuchen el eco y lamento del niño que vive dentro que no quiere regalos para hoy y mañana ver totalmente rota su libertad.
Necesitamos más que nunca ese carbón , regalo que antes significaba denostación y en estos momentos tan precarios energéticamente resulta tan indispensable. En este caso que sirva para alejar el frío sentimental que hiela a un mundo insolidario y muy poco empático.
Reciba de este súbdito infantil mis respetuosos saludos y, permítame le ruegue que, cuando amanezca el seis de enero, a las puertas de todos los hogares deje su comitiva de sueños estos regalos más valiosos: PAZ, SALUD y CARBÓN de Solidaridad.
Para que siga creyendo en usted, cuando despierte de esta pesadilla que mis ojos se vean de nuevo en mi país, Ucrania, y si algún estruendo oigo sea el estallido de la alegría y regocijo de calles atiborradas de gente celebrando la ansiada PAZ.
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