1. Cuida tu alimentación. Evita el típico pensamiento de “en verano todo vale” o “por una vez no pasa nada”. Piensa igual que en invierno y que sean comidas insanas puntuales. Un truco que funciona muy bien es apuntar durante una semana todo lo no saludable que se tome. Así serás más consciente en las semanas venideras y tomarás menos productos azucarados y/o ultraprocesados.
2. Abusa de los productos frescos y de temporada. Prepara ensaladas divertidas con verduras y frutas, con mucho colorido. Humus, guacamole, baba ganoush*, gazpachos y salmorejo. Helados con frutas y lácteos congelados. Y en general, consume frutas, vegetales y hortalizas ricas en metabolitos antioxidantes que contribuyen a enfrentarse a los radicales libres y a prevenir el envejecimiento. *Para el baba ganoush mezcla en un bol la pulpa de dos berenjenas asadas, cinco cucharadas de zumo de limón, 3 cucharadas de tahini o pasta de sésamo, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, unas hojas de perejil y menta o hierbabuena finamente picadas y un poco de sal. Acompañar esta deliciosa receta libanesa con pan de pita integral.
3. Para tus largos días de piscina o playa, evita llevar alimentos crudos e hidratados como los huevos, lácteos o pescados crudos. Así evitarás el riesgo de algún foco de infección bacteriana. No es aconsejable romper la cadena de frio en aquellos alimentos que necesitan refrigeración. Por lo tanto, evita andar abriendo tantas veces la nevera o, si es posible, lleva una para la comida y otra para las bebidas. Usa botellas de agua congelada o bloques de hielo en lugar de las clásicas bolsas que se compran en el súper o la gasolinera. Y recuerda que el alcohol, al igual que las altas temperaturas, es un potente vasodilatador, por lo que aumentan los niveles de deshidratación. Así que, mantente hidratado durante todo el día con bebidas no alcohólicas.
4. Exponte al sol de manera responsable en horas donde no es tan peligroso. Tomar el sol es beneficioso para el bienestar emocional y la salud mental. Relaja y baja la incidencia de depresión. Aumenta el consumo de alimentos ricos en betacarotenos tales como, tomates, zanahorias, albaricoques, nectarinas o sandía, que te ayudarán a conseguir un bronceado más saludable. Es beneficioso exponer brazos y piernas en horas no centrales para la síntesis de la vitamina D. Por ejemplo, mientras desayunas en una terraza. Si vas a exponerte en horas centrales por supuesto usa protección solar alta.
5. Por supuesto aprovecha los largos días estivales para estar en contacto con la naturaleza que según numerosos estudios reduce el estrés y aumenta la concentración y productividad. Mantén unos buenos niveles de actividad física y aprovecha para caminar o nadar en la playa o practicar otras actividades como jugar a las palas o al voley, o el más reciente de moda pádel surf.
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