Tal y como fue anunciado, este lunes ha tenido lugar el traslado del cuadro del Cristo de Velázquez, copia que realizó el insigne pintor linense Cruz Herrera y que ha estado en el santuario de la Inmaculada Concepción en los últimos sesenta años.
De un lado, el marco ha quedado en una dependencia del santuario al objeto de que allí mismo sea restaurado. Por su peso y por el estado en el que se encuentra se ha optado por tratar allí mismo el problema que padece por la carcoma.
El lienzo, con su bastidor incluido, ha sido trasladado al gabinete técnico del Museo del Istmo, donde la restauradora Mercedes Corbacho estima que en dos meses estará finalizado este trabajo. El lienzo presenta el barniz desparejado, padeciendo manchas. El principal problema está en dos piquetes que la tela tiene así como el estado de suciedad que origina la oscuridad de la pintura. Este último problema tiene su origen en los muchos años en los que el humo de las velas ha impregnado el cuadro.