UN HORNO DE MATRÍCULA DE HONOR

El horno de pan de Los Pájaros pasa su primer ensayo con una nota insuperable

La primera prueba del horno de pan ha tenido lugar este sábado, 5 de abril después de un largo periodo de reconstrucción de dicho horno llevada a cabo por Juan Calvente y Bartolomé Herrera, integrantes de la conocida familia local, apodada “Los Pájaros” que decidieron comenzar la rehabilitación del antiguo horno familiar hace unos cinco años.

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En este periodo, los dos promotores han realizado sus trabajos de forma altruista en una tarea meticulosa y tratando se ser lo más fiel a la construcción anterior existente. Para esto han podido contar con la ayuda igualmente desinteresada de numerosos voluntarios. También de instituciones, como el Ayuntamiento de Los Barrios o la Oficina del Parque Natural Los Alcornocales, que han aportado fundamentalmente determinados materiales y apoyos logísticos.

La jornada ha consistido en una verdadera actividad de carácter etnográfico en la que el elemento principal ha sido la presentación de la recuperación de un horno de pan (ver fotogalería), uno de los elementos de la arquitectura rural popular más significativos e importantes de nuestro entorno y del propio Parque Natural Los Alcornocales, especialmente, en sus zonas boscosas.

La prueba tuvo una asistencia de unas sesenta personas, desde los dos a los noventa y tres años. Con un marcado carácter familiar, también acudieron buena parte de las personas que han ayudado colaborando en las distintas fases de las obras, así como representantes de distintas asociaciones locales y el propio alcalde del municipio, Miguel Alconchel, que siempre ha mantenido un gran interés en la recuperación de la construcción.

El horno se sitúa en el margen del carril forestal de Ojén, más concretamente en el propio trazado de la vía pecuaria cordel de Jaramillo a Tarifa, y fue construido por los primeros integrantes del grupo familiar “Los Pájaros” a principios del siglo XX, siendo abandonado en los años sesenta del mismo siglo, por lo que han pasado más de sesenta años antes de vuelva a estar a punto.

En su primera puesta de largo, de esta segunda vida del horno, éste ha demostrado su solvencia técnica y ha superado todas las expectativas de sus rehabilitadores y asistentes. Como muestra hay que decir que no sólo ha sido pan lo que ha salido de su bóveda.

Al pan moreno, cuyas piezas preelaboradas fueron donadas para el evento por la panadería Los Remedios del municipio y el cocido fue conducido por el panadero José Manuel Ruiz, le acompañaron otras suculentas viandas, como batatas, carnes de cerdo asilvestrado, tortas de pellizco y bizcochos variados. A esto se unió un arroz campero para verificar una jornada realmente sobresaliente y, ciertamente, certificar el buen hacer de los trabajos de reconstrucción del horno y la plena eficacia de éste.

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