“Andalucía ha cambiado radicalmente desde que formamos parte de Europa. Por ejemplo, las políticas comunitarias han destruido la arraigada agricultura andaluza, sustituyéndola por el turismo de sol y de playa. Europa influye directamente en nuestras vidas, y los andaluces tenemos que ser críticos para poder decidir qué opción política se ajusta más a nuestros intereses. Por eso, animamos a la ciudadanía a que consulte los distintos programas electorales. Verán que tanto PP como PSOE han diseñado un programa global supeditado a satisfacer las distintas sensibilidades que ambas formaciones deben atender: desde los vínculos con otros partidos políticos europeos a las hipotecas con determinadas comunidades autónomas”, ha manifestado José Antonio Pino, candidato nº 1 del PSA a las elecciones europeas.
Bajo esta premisa, “estamos convencidos de que la única fuerza política capaz de defender Andalucía por encima de todo, es el PSA. Nos jugamos la fuerza y la presencia de Andalucía en Europa y por eso, no deben resultarnos unas elecciones nacionales, como un referéndum a favor o en contra del patético Gobierno de Zapatero. Ese bipartidismo interesado sólo persigue fulminar a las fuerzas minoritarias”.
Cuando precisamente esas fuerzas minoritarias son las que mejor conocen y defenderán ante todo los pueblos a los que representan. En el caso de Andalucía, desde el PSA “exigimos un cambio radical de la PAC. Los grandes productores agrícolas están absorbiendo la mayor parte del presupuesto de la Unión Europea, cuando las ayudas económicas comunitarias deberían destinarse a los pequeños agricultores, a las explotaciones agrícolas familiares y a las comunidades de pescadores, al objeto de proteger la vitalidad de las comunidades rurales y garantizar su futuro”.
Asimismo, “apoyamos la agricultura sostenible (suelo, agua y abonos) y queremos que nuestros agricultores puedan suministrar sus mejores productos a los mercados locales Apostamos por la agricultura y ganadería ecológicas”.
Igualmente entre otras cuestiones, desde el PSA también incluyen en su programa electoral “el rechazo a los productos modificados genéticamente por razones de salud alimentaria, por derecho democrático a elegir qué se come y, en definitiva, porque los derechos