Estamos viviendo en España unos momentos convulsos con una pandemia que se ha llevado la vida de más de 100.000 personas, con una crisis económica galopante que nos está llevando a unas cifras de paro que ni en los peores sueños podríamos haber imaginado. Con otra crisis diplomática con Marruecos que desconocemos, todavía, el alcance real de la misma.
Estoy hablando de hoy no del año 2050. Y hoy, el Gobierno de España y la oposición encabezada por el PP, están obligados a hacer política, a entenderse. Un país como España no se puede permitir el lujo de asistir cada semana a trifulca tras trifulca en el Congreso de los Diputados. Ya va siendo necesario que se imponga el consenso, el diálogo, la búsqueda de un bien común y la política necesaria para que España pueda superar uno de los capítulos más negros que hemos tenido durante toda nuestra historia.
Es normal que el Gobierno presente sus planes y los defienda; es normal también que la oposición haga su trabajo y se oponga a lo que cree que puede ser contrario a los intereses de la nación. Pero lo que no puede ser nunca normal es que cualquier asunto que se encuentre sobre la mesa se convierta en motivo de crítica y ataque sin piedad contra el que se tiene enfrente; lo que no es normal es que los asuntos de Estado se utilicen para atacar al otro. Eso es una auténtica vergüenza en un país que se supone quiere instalarse en el progreso social, económico y político.
Solo la unidad de todas las fuerzas políticas puede trazar el camino que España tendrá que transitar.
La oposición tendrá que mirar con atención todos los movimientos del Gobierno porque esa es una de sus funciones y tendrá que apoyar al Gobierno cuando el problema así lo demande. Cuando se solucionen los conflictos entonces podrán discutir como a ellos les gusta, en el Congreso, pero, desde luego, durante una crisis como la que tenemos la unión es el único camino.
Solo la unión de todas las fuerzas políticas hará posible que España pueda superar esta época tan gris en la que estamos viviendo.
El problema principal es el propio nivelito de nuestros dirigentes que no tienen sentido de estado ni altura de miras. Y esto tenemos que solucionarlo porque esa unión es fundamental. España y los españoles lo merecen.
Suerte a todos.
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