La barreña Laura Parody se marcha como voluntaria a Katmandú con Hugging Nepal para ayudar tras el terremoto del pasado año

Laura Parody es una barreña de 25 años que trabaja como profesora de inglés, junto con su madre Simone, en una academia de Los Barrios. En menos de dos semanas partirá hacia Katmandú (Nepal) como voluntaria de la ONG Hugging Nepal para colaborar en un proyecto de de alfabetización e inglés para mujeres. El pasado año esta zona fue sufrió un terrible terremoto.

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Redacción | Los Barrios

P: ¿Como una joven de 25 años decide dar este importante paso?

R: Siempre me ha gustado viajar, y desde hace tiempo quería vivir la experiencia de trabajar como voluntaria y aportar mi granito de arena en algún lugar del mundo que realmente lo necesitara.

El año pasado recibimos la terrible noticia de que Nepal había sufrido un terremoto que acabó con la vida de miles de personas, lo cual fue una de las razones por las que comencé a buscar alguna ONG que trabajara en este país.

Así descubrí a Hugging Nepal, una asociación que se dedica a ayudar al pueblo nepalí ante la situación de emergencia distribuyendo agua, comida, productos de primera necesidad, material de construcción, construyendo viviendas y escuelas de carácter temporal,  montando proyectos de carácter social y educativo en los campos de desplazados donde vivían miles de personas que se quedaron sin casa.

P: ¿Que tipo de trabajo vas a realizar en esta zona del mundo?

R: Contacté con ellos para mostrarles mi interés en trabajar y para mi suerte me ofrecieron participar en un proyecto de empoderamiento de la mujer de alfabetización e inglés a través de actividades dinámicas. Además, me informaron de otro proyecto que gestionan en el campo de desplazados llamado “After School Program”, un programa para los niños y niñas del campo para que participen en actividades lúdico-deportivas fuera del horario escolar.

Me pareció una idea fantástica, así que acepté y ahora estoy a menos de dos semanas de iniciar esta bonita aventura como voluntaria en Katmandú.

No puedo negar que el miedo también está presente cuando pienso en lo que está por llegar, pero la ilusión y las ganas apenas dejan que se asome.

Ya sólo queda esperar que todo salga bien y que a la vuelta traiga a mis espaldas una inolvidable y enriquecedora experiencia.

 

 

 

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