La Estimulación del Lenguaje

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Cristina Tamarit Duarte | Licenciada en Psicología

La Estimulación del lenguaje es la capacidad de los seres humanos para desarrollar y hacer uso del lenguaje y constituye, sin duda, uno de los rasgos más característicos y definitorios de su identidad en relación a otras especies.

La adquisición del lenguaje oral se concibe como el desarrollo de la capacidad de comunicación verbal (una conversación en una situación determinada respecto a determinado contexto y espacio temporal). Además de la comunicación verbal (oral o escrita) es muy importante nombrar la comunicación no verbal, que sería la que se produce a través de multitud de signos de gran variedad (visuales, auditivos, olfativos,…) sonidos, gestos, movimientos corporales, etc.

El área del lenguaje va pasando por diferentes etapas desde que el niño nace hasta su edad actual, pero un dato muy relevante nos confirma que es en los primeros tres o cuatro años de vida, cuando se producen grandes cambios en el sistema nervioso, dando lugar a una máxima plasticidad cerebral, gracias a la influencia del entorno, se produce una rápida y óptima asimilación del lenguaje. Por eso, cualquier experiencia que facilitemos al niño/a, incluso antes de nacer, le estimula y como consecuencia, le ayuda a desarrollar todo el potencial del que goza y que no sabría utilizar si no cuenta con un guía, un maestro que le ayude a emplearlo.

A continuación, vamos a presentar algunas orientaciones para la estimulación del lenguaje:

-Aprovechar cualquier ocasión (tareas de casa, prendas de vestir, muebles, colores,…) para proporcionar mensajes claros y breves.

-Colocarse para hablar a la altura de los ojos del niño/a.

-Para aumentar su vocabulario (enseñarle un objeto: qué es, para qué sirve, forma, características).

-En cuanto al esquema corporal, se le debe enseñar, las partes del cuerpo y que lo generalice en los demás distinguiendo la parte izquierda y la derecha.

-Con apoyo visual de libros o fotografías, estimular una conversación a través del dibujo, repasando los conceptos básicos: derecha-izquierda, arriba-abajo, colores, utilidad de un objeto…

-Hágale aprender su nombre completo, el de su familia, su dirección.

-Cuando se le hable, hágalo despacio, pronunciando correctamente, sin darle gritos, ni ignorarlo cuando quiere hablar, ni le imite cuando hable mal.

-No debemos responder en lugar del niño. Será mejor que cuando le preguntemos lo hagamos de tal forma que no puedan responder un SI o un No.

-No recortar los finales de palabras

-También se puede aprovechar los momentos de diálogo para recordar hechos pasados (viajes, excursiones,…) (favorece la memoria y el uso de los tiempos verbales) y planificar actividades futuras (favorece la imaginación y la creatividad).

Todas estas y muchas más son orientaciones que podemos utilizar a la hora de estimular el lenguaje en nuestros hijos/as, pero recordemos que además de la actividad que esté realizando es muy relevante las muestras de cariño y afecto que le proporcionemos, porque sin duda es un refuerzo positivo para ellos y ayuda a un mejor desarrollo del lenguaje.

La capacidad de los seres humanos para desarrollar y hacer uso del lenguaje constituye, sin duda, uno de los rasgos más característicos y definitorios de su identidad en relación a otras especies.

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