De la mediocridad de los políticos se ha hablado mucho, quizás los que en teoría tenemos mas cercanos, los políticos locales, son los mas visiblemente mediocres.
Aunque es una práctica casi común en los ayuntamientos españoles, aquí, por diversas circunstancias creo que se aprecia más que en otros lugares, se ve el claro divorcio entre la ciudadanía y los gobernantes. Con su mediocridad están consiguiendo romper con los principios básicos de la institución más cercana al ciudadano
La participación ciudadana y la proximidad de la administración a los administrados que constituyen dos de las ideas centrales alrededor en las cuales suelen vertebrarse las teorías políticas y constitucionales respecto al régimen local, están cada vez mas lejanas a la práctica diaria en la institución municipal. Esta, debería considerarse como la formula político-administrativa en la que se articulan simultáneamente, la prestación de servicios a los ciudadanos y la representación de estos. En teoría en este carácter representativo del municipio se está poniendo el énfasis en los valores de democracia y participación ciudadana. Las instituciones locales por tanto, deben ser un sistema de gobierno en el que la identificación entre gobiernos y gobernados debe llevarse a su máxima expresión y donde la distancia entre el vecino y el gobernante debe ser mínima y sería esta identificación del individuo con la comunidad la que le llevaría a interesarse por los asuntos locales y por tanto a su participación. Planteada estas ideas, es mas que evidente que los gobernantes que nos han tocado están haciendo todo lo posible por terminar con esta necesaria idea de proximidad gobernante ciudadano, y la crisis económica no es excusa, en tiempos como este es donde deben surgir ideas, pero para eso es necesario una regeneración de los políticos y de los partidos políticos, al menos en la concepción actual de predominio que tienen en la política local los partidos del ámbito nacional, en este sentido la política local hoy día no es mas que una variable de la política nacional.
Las preocupaciones de los políticos locales hoy día están más cerca de las guerras internas, de afianzarse en el poder que de hacer una gestión cercana al ciudadano. Muchos más preocupados en la venganza porque que lo tengamos claro; La venganza siempre llega en política.
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