La imagen de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la Villa, procesionó por las calles circundantes de la parroquia San Isidro Labrador. Entre la comitiva que acompañaba a la Viregen se encontraban las autoridades municipales y religosas, una amplia representación de las hermandades y cofradias del municipio, asi como el parroco, Fernando Campos.
Fueron muchos los feligreses que se acercaron hasta la Plaza de la Iglesia y calles de los alrededores por donde desfiló la talla para ver de cerca el desfile porcesional. La banda Municipal acompañó a la Patrona y en su recogida le cantó una salve, cuyo autor es el propio director, el maestro Tomás Infantes.
La imagen iba engalanada con las flores blancas que habían sido ofrecidas la víspera por parte los niños nacidos el último año en la localidad. Esto es así desde el fallecimiento de Concha Fuentes, principal mecenas de la imagen, quien hasta el momento de su fallecimiento se hacía cargo de los costes del exorno. La hermandad, acordó que fueran los recién nacidos quienes aportasen las flores en el momento en que son presentados ante la imagen. El hermano mayor de la Hermandad de San Isidro, José Álvarez, de la que la Virgen es cotitular, explicó que la actual talla data de los años 60, donada por la familia de Concha Fuentes, si bien existe una talla anterior que fue rescatada de las piras encendidas en los tiempos de la Guerra Civil y que ha permanecido hasta hace poco en manos privadas. Se trata de una imagen que está siendo restaurada en Cádiz y que, próximamente, pasará a formar parte del patrimonio eclesiástico local, si bien aún existen discrepancias sobre la futura existencia de dos tallas que representen a la misma Virgen.