El nuevo almacén está situado a la entrada de la localidad, a la derecha de la antigua travesía, y junto al de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, que albergará los servicios técnicos de residuos sólidos urbanos, abastecimiento de agua potable, alcantarillado y depuración de aguas residuales, nave prácticamente concluida, a falta de revestimientos y terminaciones.
Ariza quiso conocer de primera mano cuál es el estado en que se encuentran las obras y hacer lo necesario para acelerarlas en lo posible. “Deseamos que el traslado al nuevo almacén se haga en pocos meses y los empleados cuenten con unas instalaciones dignas para llevar a cabo su labor”, afirmó la primera edil.
El edificio, de unos 670 metros cuadrados y en cuya construcción trabajan operarios municipales, constará de una zona amplia, en planta baja, para acoger los distintos talleres, y otra más reducida en primera planta destinada a oficinas, salas de reuniones, vestuarios, servicios y demás. También dispondrá del espacio necesario para estacionamiento de vehículos de pequeño y mediano tonelaje y para el almacenaje de materiales, tanto de pequeño volumen como de grandes dimensiones.
La urbanización exterior de los terrenos, que estaba contemplada en el proyecto, está igualmente casi concluida, pues ya se han efectuado todas las acometidas y se han instalado los sistemas de suministro y saneamiento. Falta extender una capa de zahorra artificial, otra de aglomerado y asfaltar, operaciones que deben realizarse consecutivamente.
En los terrenos que circundan las naves se ubicarán aparcamientos de vehículos del servicio, camiones, limpiadoras, barredoras y demás parque móvil.
El coste del proyecto de construcción de los dos almacenes, el destinado a los trabajadores del Ayuntamiento barreño y el de Mancomunidad, supera el millón de euros.