Cristina Tamarit Duarte | Licenciada en Psicología
Tras las fiestas y la llegada del 2013, muchas personas se proponen una serie de objetivos que como cada año añaden a una maravillosa lista, que por su extensión y su dificultad, llegan a abandonar a las pocas semanas de comenzar a trabajar en ellos y de poner todo su esfuerzo. Desde hacer deporte, dejar de fumar, adelgazar, leer libros, estudiar más, ahorrar,… hasta ser mejores personas, más constantes, pacientes, humildes, etc. Desde la Psicología, proponemos que: 1) nos marquemos una serie de propósitos realistas, que podamos cumplir, porque sino aparecerán sentimientos de frustración, estrés, ansiedad,… por no poder alcanzarlos y así sentirnos mal con nosotros mismos. Todo propósito conlleva un esfuerzo por parte de cada persona y ese se tiene que dar para que se cumpla. 2) Marcar el tiempo que vamos a tardar en conseguirlos, es decir, ponerles fechas (objetivos a medio, corto y largo plazo) y 3) por último, concretar cuáles son y medirlos. Por ejemplo: para hacer deporte: ir a correr de tres a cinco días en semana, adelgazar: ¿cuántos kilos voy a bajar de peso?, para ahorrar ¿cuánto dinero quiero guardar en un año?, etc.
Es importante conocer que al inicio del desarrollo de cada actividad propuesta va a aparecer una resistencia al cambio, ahí deberemos ser constantes y ponernos a trabajar en ella. También es necesario que esté escrita, nos va a resultar mucho más fácil recordarla y activar el plan de acción adecuado para cada tipo de meta. Os animo a que cumpláis vuestros deseos para este año y que tengáis confianza en cada uno de vosotros, ésta es la base para sentirnos realizados como personas y para tener éxito en todas las facetas de nuestras vidas que nos propongamos.
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