El citado paraje del término barreño, enclavado en el Parque Natural Los Alcornocales, ha sido visitado en el año que termina por particulares, así como asociaciones y colectivos, a los que desde la delegación de Turismo se les ha gestionado la cesión de los dos refugios o alojamientos tipo morisco existentes o la reserva del espacio para la celebración de convivencias u otros eventos similares.
Además, El Palancar cuenta con un itinerario adaptado para minusválidos que facilita el goce del paseo en contacto con la naturaleza a personas con discapacidad física o sensorial, así como de la tercera edad, y que ha sido muy frecuentado desde su habilitación el pasado mes de junio.
Dicho itinerario, en el que se invirtió algo más 90.000 euros, con una subvención de la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, dispone de plataformas y pasarelas de madera para facilitar el acceso de los visitantes a lugares de interés, así como paneles explicativos de todos los elementos que lo conforman: fuente de aguas ferruginosas, tumbas antropomorfas o flora relíctica, por ejemplo. Junto al sendero existe un depósito de agua cuya cubierta se ha aprovechado como mirador hacia el embalse de Charco Redondo y a la entrada del mismo se sitúan varias esculturas de hierro, que forman parte de una exposición temátca, de acuerdo con un proyecto que data de 2003.
El recorrido tiene unos 600 metros de longitud y empieza una vez traspasada la cancela de la finca, donde existe una zona para aparcamiento.
Este monte público ha sido también en 2009 escenario y parte del programa de educación ambiental Bosque Vivo, en su duodécima edición. Dicho programa ha contado este año con unos 700 escolares y más de 150 ciudadanos de distintos colectivos sociales, plantándose unos 2.500 ejemplares autóctonos de alcornoque, acebuche y quejigo.