El 5 de mayo de 2020, el Doctor Manuel Rodríguez Picón murió después de un mes luchando contra el Coronavirus.
Conocía a Rodríguez Picón como vecino, pero mi acercamiento a él se produjo a raíz de mi Estenosis de Canal Lumbar en la que un dolor insoportable me dejó paralizado en mi tertulia del Coruña. Algunos amigos me llevaron hasta la Casa del Mar donde él trabajaba. Allí me envió al Punta Europa donde me infiltraron en la Columna. Después seguí viéndole y siempre insistiéndome en la necesidad de operar esa Estenosis.
Después llegó mi operación y siempre después de cada una de mis operaciones importantes me voy a Roma, al Vaticano para ver al Papa. Y a raíz de otra operación de corazón en la que me pusieron otros cinco stents, me fui a Roma en contra, incluso, de la opinión de mi Cardióloga porque era demasiado pronto. Y llevaba razón porque en el mismo Vaticano donde se celebraba un acto de Confirmación para 50.000 personas, empecé a ponerme mal, hasta el punto que busqué la Carpa de la Orden de la Cruz de Malta para que me viesen. Y allí fuimos Izaskun y yo para que me vieran. La tremenda sorpresa fue que estaban allí Manolo Rodríguez Picón y su inseparable compañero, Pepe.
Lo primero que hizo fue regañarme por haber ido al Vaticano recién operado para, luego, y tras un buen rato, estabilizarme y dejarme bien.
Yo no tenía cuerpo para preguntarle qué hacía allí, pero quedamos al día siguiente porque volvíamos en el mismo avión. Fue un viaje en el que aprendí la calidad y categoría de este Médico que aparte de su trabajo diario, aprovechaba sus permisos para ayudar en hospitales de campaña tanto en el Vaticano como en Lourdes. Todo ello, pagándose sus gastos con lo que todas estas acciones le costaban su dinero. No solo lo hacía gratis, sino que encima pagaba.
Me quedé absolutamente fascinado con la vida de este hombre. Incluso, hice un artículo en el que no puse nombres porque él no quería ya que era una persona de las que hacían verdad el dicho de que la mano derecha no sabe lo que hace la izquierda. Manolo fue una persona volcada en los demás, tanto en su trabajo como en sus épocas de descanso que también las usaba para trabajar por los demás… Habíamos quedado en que les iba a acompañar a Lourdes para ayudar en lo que fuera, pero …el coronavirus se lo llevó.
Esta semana ha recibido a título póstumo la Orden del Mérito Civil que premia los méritos adquiridos por personas que hayan prestado servicios relevantes al Estado con trabajos extraordinarios o con constancia ejemplar en el cumplimiento de sus deberes. Exactamente la mejor definición que se le puede dar a su vida. Descansa en paz, amigo.
Noticias de la Villa y su empresa editora Publimarkplus, S.L., no se hacen responsables de las opiniones realizadas por sus colaboradores, ni tiene porqué compartirlas necesariamente.
