Ya el pasado mes de noviembre se completó un tramo de dicha avenida, el comprendido entre la rotonda de Homenaje a la Mujer y la rotonda de El Toro, y ahora, tras el parón navideño, se le ha metido mano a las situadas entre esta última y la de la Constitución, más conocida por la Rotonda de la Tarta.
El tratamiento consiste en la eliminación de hijuelos para impedir su desarrollo y también la de los racimos de frutos y de
hojas muertas o enfermas, respetando al máximo la forma esférica natural de la copa. Se suele aplicar en verano, pero las hojas secas se pueden quitar en cualquier época del año, y cuanto antes mejor, pues las vainas se van endureciendo, lo que dificulta posteriormente su erradicación.
Según el ingeniero agrónomo municipal Emilio Maestre, la poda de la palmera es una operación delicada que debe realizarse con cortes limpios, sin provocar heridas ni desgarros en las ramas que luego puedan facilitar la entrada en éstas de agentes patógenos, de ahí la especial atención y la minuciosidad con la que se tiene que hacer la tarea.
Melgar recuerda que “estos trabajos de mantenimiento de la delegación que dirige son imprescindibles para la vida de las especies arbóreas que embellecen el hábitat urbano de la localidad y se efectúan periódicamente, cuando se precisan, a criterio de los técnicos”.
“En este caso concreto de las palmeras, la eliminación de las hojas enfermas es importante para la integridad de la planta, porque evita la propagación en ella de la enfermedad”, explica el concejal.
El delegado de Parques y Jardines ha anunciado también hoy que próximamente se procederá al derribo y la retirada de dos ejemplares ubicados en zonas ajardinadas de los alrededores de la avenida que no han respondido positivamente a las medidas contra el picudo rojo.
