La iglesia de San Isidro labrador acogió el pasado sábado, 16 de enero, la presentación del cartel anunciador de la Semana Santa de 2010 en Los Barrios.
Dicho cartel es obra del fotógrafo, afincado en San Roque, Cristóbal Rueda Tocón y representa a la imagen de Nuestra Señora María Santísima del Mayor Dolor procesionando por una de las calles céntricas de la Villa el Viernes Santo de 2009.
La fotografía de Rueda resultó elegida en el concurso convocado al efecto por la Consejo Local de Hermandades y Cofradías del municipio barreño en colaboración con la delegación municipal de Cultura. El fallo del jurado de este certamen se hizo público el pasado mes de noviembre.
El acto contó con la presencia del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, José Carlos Tocón, que es también delegado de Cultura, y la edil Pilar Olivares.
Texto integro del pegón de exaltación del cartel anunciador de la Semana Santa:
Con Vuestra venia, Madre y Señora del Rosario.
Sr. Cura Párroco D. Fernando María Campos.
Sr. Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías D. Manuel Paine.
Sr. Concejal Delegado de Cultura D. José Carlos Tocón.
Sr. D. Cristóbal Rueda, autor de la fotografía ganadora.
Sr. Pregonero de la Semana Santa, D. Jesús Gutiérrez.
Compañeros Hermanos Mayores.
Distinguidas Autoridades.
Junta Permanente del Consejo Local de HH. y CC.
Miembros de las distintas Juntas de Gobierno.
Cofrades, Hermanos y Hermanas.
Buenas noches.
Cuando aún resuenan los ecos de los momentos de alegría vividos con la Natividad de Nuestro Divino Salvador, y recién terminado el Tiempo de Navidad, comenzamos con los actos propios de un tiempo diferente, un tiempo de recogimiento y conversión, en definitiva Tiempo de Cuaresma que como cada año culminará en la Semana Santa.
La Presentación del Cartel Oficial anunciador de la Semana Santa 2010 nos encamina a la inminente llegada de la Cuaresma. Entre nuestro coro parroquial y éste que les habla intentaremos, seguro que ellos con mucho más acierto que yo, presentarles la fotografía ganadora, que nos muestra a María Santísima del Mayor Dolor pocos momentos después de su salida del Templo, justo al comienzo de la calle Rosario. Es obra de D. Cristóbal Rueda Tocón, quien de madre barreña, nació en Algeciras en 1967. Por motivos profesionales en el año 2000 trasladó su residencia a San Roque, donde es Hermano de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargura, vistiendo la túnica de nazareno hasta el año 2005. Tras las navidades de ese mismo año, con la informática como afición y una pequeña cámara digital se inscribió en un curso de fotografía que impartieron los Talleres de la Universidad Popular de San Roque. Quedó finalista del cartel que anunció la Semana Santa de San Roque en 2007, y con una foto de un escuadrón de romanos ganó el cartel de 2008. Animado por un amigo empezó a tomar parte en concursos fotográficos de la Semana Santa de la comarca. En Los Barrios ha ganado en las tres ocasiones en las que se ha presentado, con fotografías en 2008 de María Santísima de la Estrella, en 2009 de Nuestra Señora de los Dolores y en 2010 de María Santísima del Mayor Dolor. Fotografía, ésta última, que fue tomada desde un balcón para desde esa altura resaltar la pena de la Virgen con su mirada baja. Este año sus fotografías también anunciarán la Semana Santa de San Roque y Algeciras. Hombre de amena conversación, siempre que se le presenta la oportunidad rompe una lanza en favor de la fotografía de Semana Santa, cree que se pierden muy buenas fotos por la falta de fe, dado que la temática no atrae a los no creyentes.
Es la primera vez que esta bellísima imagen de María Santísima del Mayor Dolor anuncia a Los Barrios los días de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor. Es titular de la Venerable Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima del Mayor Dolor, y obra del imaginero sevillano D. Miguel Ángel Valverde Jiménez. Fue bendecida por el Rvdo. Padre D. Antonio Muriel Mira el día 17 de Noviembre de 2007. Se podría decir que vino a sustituir a la antigua imagen que se encontraba muy deteriorada, pero creo que me equivocaría al hablar así, puesto que la antigua imagen forma parte inseparable de esta talla que hoy contemplamos, el rostro de aquella se encuentra en el interior de ésta a modo de reliquia.
Tengo que deciros, que llegado el momento de preparar estas palabras de presentación, lo primero que hice fue pedir a mi amigo Alejandro que me mandase la fotografía ganadora. ¡Estaba impaciente por contemplarte Señora! Tu imagen emergió en la pantalla de mi equipo como el fulgor de la aurora, la habitación se llenó de tu luz, ¡qué rostro tan bello, tan sereno, tan dulce, qué paz transmites a mi corazón Madre!, Te saludé con la oración que nace de los más profundo de mi ser.
Al momento mis ojos se dirigen a Tus manos, cuánto dolor hay en ellas, cuánto sufrimiento esconden. Te miro. Te miro y, lo primero que llega a mi alma, más allá de las lágrimas que resbalan por tus mejillas, del oro de tu corona, de tu regio manto y del resto de tu ajuar, es tu soledad de madre que acaba de ver como su Hijo, el niño de sus entrañas, muere y pende cosido de pies y manos del madero de la cruz.
Madre, te vuelvo a mirar, viene a mí esa joven, a la que pusieron por nombre María que quiere decir “muy amada” “soberana”. Pienso en tu valentía, en tu sí incondicional a Dios. Desde el principio sabías todo lo que iba a suceder y no tuviste miedo. “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según Tu Palabra”. El misterio se realiza, desde ese momento fuiste Esposa purísima de Dios, Madre de Dios Hijo y, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad. En Ti la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Te contemplamos al comienzo de la calle Rosario, Rosario de tus misterios dolorosos, en tarde de Viernes Santo de esta Jerusalén barreña. Has intentado acercarte a Él durante todo el camino y no te lo han permitido, solo ahora, aquí en el Gólgota te permiten estar a sus pies. Cuanta soledad, las tinieblas se ciernen sobre el mundo, hasta las velas de tu candelería se han apagado. Quieres acariciarlo por última vez y no puedes, pero lo harás, cientos de pasos vienen rozando el pavimento en un silencioso respirar de multitud, y sesenta de tus hijos aunarán sus fuerzas para que beses sus pies.
Padre que me quieres, Hermano mío, Espíritu de Sabiduría y Fortaleza.
Dios nuestro, que nos remueves,
que nos enseñas de nuevo el camino,
que nos sacas de nuestra casa y de nuestras cosas
para que no nos acomodemos.
Que nos pides siempre más, un paso adelante,
un corazón abierto, a la intemperie,
para que no nos creamos acabados.
Danos tu mano firme, en medio de las olas,
para seguir tus pasos y tu palabra.
Y tú, Señora, Reina, Madre nuestra,
Estrella de nuestro camino,
Paz de tus hijos.
Que tus Dolores nos enseñen a consolar
el dolor de nuestros hermanos.
Que encontremos en tu Mayor Dolor
la cura para nuestra indiferencia
ante las soledades de otros.
Que el paño de tus manos
enjugue tus lágrimas
y las nuestras.
Que tu vida y tu mirada iluminen nuestro camino,
para seguir de cerca a tu Hijo,
para atender a la llamada del Padre,
para escuchar, como tú, la voz del Espíritu.
Amén.