Francisco José Rocha Rodríguez.
Presidente de C.M. Quercus
Los socios del Club Quercus realizábamos las ascensión quizás de las mas imponentes de las que se pueden hacer en la Costa del Sol. Podemos considerarla de dificultad alta por el desnivel que tenemos que salvar, solo el primer tramo, es apto para todo tipo de caminantes, mientras que en el segundo hay que estar experimentado pues la subida, se hace mas dura.
La ruta la iniciábamos en plena ladera de la montaña, con fuerte lluvia y viento, atravesando bosque de pinos de repoblación, fuimos ascendiendo por una cresta que da paso a la valla que delimita un coto de caza. Continuamos ascendiendo por una senda que desemboca en carril, que une con la carretera de Peñas Blancas; la ascensión va siguiendo la línea de cables por el espolón, la misma aparece, y desaparece en algunas zonas, en las zonas mas bajas se aprecia claramente por esta transitada por ganado y en otras hay balizas de madera que nos señalan el camino. En caso de niebla esta circunstancia hay que tenerla en cuenta pues podemos llegar a perdernos.
A la conclusión de este tramo y después de la parte mas dura de la ascensión, nos encontramos con un vallado con puerta del área protegida del Espacio Natural de Los Reales de Sierra Bermeja. Tras pasarlo y dejar cerrada la puerta nos encontramos con un gran bosque de pinos, cruzaremos la senda por la que caminamos y que llega al final a una explanada donde se aprecia la pista asfaltada de los reales, aquí tomamos una de las opciones en primera lugar llegando al mirador, desde el que se puede ver una de las vistas mas impresionantes de toda la costa del sol con el Estrecho de Gibraltar a nuestros pies y África al frente, aunque la niebla nos privó de estas vistas. Por este mismo camino alcanzamos el pico de Sierra Bermeja de 1.400 m de Altitud, el retorno desde el pico lo hicimos por la carretera hasta el Refugio de Los Reales , donde nos calentamos al pie de la chimenea y cambiarnos de ropa, para degustar unos de los potajes típicos de la sierra malagueña, y departir amigablemente.
