Solo en la campiña de Jimena están proyectadas más de 1.300 hectáreas de placas solares, en diversos proyectos que se superponen unos con otros. En Los Barrios se han contabilizado al menos 10 proyectos en trámite, entre solares y eólicos, y Cepsa acaba de anunciar dos nuevos proyectos de energía solar en San Roque y Jimena con una potencia total de 257Mw. Entre todas las instalaciones que hay en trámites de Autorización Ambiental o en proyecto en el Campo de Gibraltar, se podría alimentar a todos los hogares de la provincia de Cádiz, varias veces.
Muchas de estas plantas de energías renovables afectan a áreas de alto valor ecológico, agrícola, paisajístico, social y cultural, y son hábitat y refugio de especies de flora y fauna exclusivas de estos espacios andaluces, donde se da el mayor índice de especies amenazadas de toda la Unión Europea. Dichas instalaciones supondrían, además, la pérdida de tierra cultivable y de actividad agro-ganadera, la expulsión de población local y el agravamiento de la despoblación, dada la nula creación de empleo y contribución a la economía local, lo que llevaría a aumentar el desequilibrio estructural de nuestro territorio.
Desde Podemos se muestran “totalmente a favor de las energías renovables y nos parece bien que se pongan en marcha, pero también entendemos que no puede hacerse a cualquier precio, sino que debe hacerse de manera ordenada, respetando el medio ambiente, cuidando el sector turístico, poniendo a las personas por delante y, sobre todo, teniendo en cuenta las afecciones que tantos proyectos tan cercanos entre sí pueden causar, pues la afección del conjunto siempre es mucho mayor que la suma de las partes”, exponen los morados.
Por eso reclamarán en los Ayuntamientos de la comarca la redacción de un Plan Especial de Ordenación de Infraestructuras de Energías Renovables a nivel comarcal, que disponga una superficie máxima de las instalaciones, una distancia mínima entre ellas y las viviendas, núcleos urbanos e instalaciones turísticas, gastronómicas o medioambientales. También debe recoger aspectos relacionados con el turismo rural como la afección al paisaje y establecer zonas de especial afección a la avifauna.
“Esto que proponemos no es algo disparatado”, exponen representantes de Podemos, “son muchos los municipios y comarcas de nuestro país que cuentan con este tipo de planes desde hace años: Ayora (Valencia), Menorca, Fuerteventura, la Comunidad de Madrid y más cerca en la Comarca del Guadalteba (Málaga) o el planteamiento de hacerlo en Jerez, ante el temor de que las energías renovables sustituyan los cultivos vinícolas. Todavía estamos a tiempo de crear un marco normativo que impida males mayores en el futuro, con proyectos que comprometerán al territorio y su entorno durante al menos 30 años. No dejemos pasar esta oportunidad, mañana será tarde”, finalizan.