Fotos: A. Gallardo
La calle ha sido cubierta con lienzos gigantescos que representan escenas aterradoras de calaveras gritando enredadas entre raíces, y hordas de esqueletos y zombies saliendo de una niebla fantasmagórica. La ambientación se complementa con una capa de césped artificial verde que contrasta con el omnipresente negro de los decorados y las telas de araña.
En una escalofriante elevación del terror, uno de los balcones captura todas las miradas con una elaborada escena aérea, donde el Payaso Maldito, Pennywise, se alza en una figura a tamaño real sosteniendo su característico globo rojo e invitando al pánico desde las alturas, flanqueado por una gigantesca calabaza de rostro malévolo y múltiples esqueletos que se enredan en un sinfín de telarañas que cubren la barandilla, siendo el toque final la Araña Monstruosa, una figura peluda de enormes proporciones que parece estar escalando la fachada, rodeada de sus crías de plástico.
La dedicación de los vecinos ha transformado por completo la Calle Pez, creando un ambiente inmersivo que rinde homenaje a la festividad de Halloween y ofrece un espectáculo de terror para todos aquellos que se atrevan a visitarla.
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