Nos dicen que la incidencia va bajando a un buen ritmo porque el número de contagios ha bajado de manera considerable aunque estamos en los 1.500 contagios por cada cien mil habitantes lo que no es ninguna tontería.
Pero es que, además, esta es una cifra que no es correcta porque desde que comenzó la venta de test de antígenos en farmacias y más cuando el Gobierno puso el precio tope de 2,94 euros por test, ya hay muchísima gente, hablo de bastantes miles de personas que se hacen sus propios autotet sin que los resultados de los mismos se hagan oficiales porque aquí cada uno se hace su propia cuarentena, unos de siete días , otros de cinco días y otros ni siquiera lo hacen y se van a la calle, en un alarde de total irresponsabilidad, y contagiando a todos los que, más o menos, tienen relaciones o contactos con él.
Todos estos que les cuentos no forman parte de ninguna estadística oficial ni nada por el estilo.
Y esa es la razón, y no otra, de la tremenda cantidad de muertos diarios que tenemos. La excusa que se nos da de que esos muertos pertenecen a gente que lleva tiempo en hospitales y que la mayoría son de cepas anteriores como la Delta no puede valer. Y no es posible que sea así porque Ómicron está instalada en nuestro país desde diciembre y el número de muertos, en vez de bajar de forma paralela con la incidencia, está subiendo cada vez más hasta alcanzar unas proporciones que hacía bastantes meses que no teníamos.
Acaban de dar en el programa informativos de la televisión pública, 24 Horas, los datos de este fin de semana y dan verdadero pavor. Estamos en los SEISCIENTOS UN FALLECIDOS.
La media diaria de muertos sube de los DOSCIENTOS. Estamos hablando de cifras espantosas para que oigas a diario que esto va a mejor, que en dos meses estaremos sin pandemia y que van a dejar de ofrecer los datos diarios para darle el tratamiento de una gripe porque eso de gripalizar la pandemia lo llevan ya diciendo desde hace casi dos meses y el número de fallecidos lo dicen como si fuera un catarro y unos daños colaterales que han dejado de tener importancia.
En esta situación, me pregunto si se siguen los protocolos en los tanatorios y el número de personas convivientes o no, en los sepelios, o ya eso se ha olvidado o se quiere olvidar.
Tengan cuidado ahí fuera. Suerte.
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