La comunidad religiosa de las hermanas terciarias franciscas del Rebaño de María ha dado las gracias a todos los vecinos y “pide que no se deje de seguir orando, para que pronto desaparezca este mal que nos aqueja”.
Mientras ese momento llega, el personal administrativo y sanitario de la Residencia, no dan por terminada el combate y continúan cuidando de los mayores de la residencia como hasta ahora lo han venido haciendo.






