En las últimas semanas, La Línea de la Concepción ha vuelto a situarse en el mapa sanitario tras confirmarse la presencia del Virus del Nilo Occidental (VNO) en aves y mosquitos. Este tipo de detecciones no son nuevas en el Campo de Gibraltar, pero sí representan un recordatorio claro de que convivimos con enfermedades transmitidas por vectores cuyo comportamiento está cambiando a causa del clima y la actividad humana.
El VNO es un virus originario de África y Asia que, con el tiempo, ha avanzado hacia regiones templadas como la cuenca mediterránea. Cada año aparecen brotes en distintos puntos de Europa, y España no es una excepción. Su transmisión depende principalmente de los mosquitos del género Culex, muy presentes en nuestros pueblos y ciudades y capaces de aprovechar desde charcas naturales hasta pequeños depósitos de agua en patios o jardines. Estos mosquitos se infectan al picar a aves migratorias, que actúan como reservorio del virus y lo introducen en nuestras latitudes durante sus desplazamientos estacionales.
Aunque los humanos pueden enfermar tras la picadura de un mosquito infectado, no intervienen en la continuidad del ciclo del virus: somos lo que se denomina un “huésped terminal”. Esto implica que la carga viral en sangre es demasiado baja como para que otro mosquito se contagie al picarnos. La infección en la mayoría de las personas pasa desapercibida o se manifiesta con fiebre, dolor muscular y cansancio, síntomas parecidos a los de la gripe estacional. Los casos más graves aparecen casi exclusivamente en personas mayores o con el sistema inmune debilitado, en quienes el virus puede provocar inflamación cerebral.
Ante la detección del virus, los ayuntamientos activan los protocolos de vigilancia y realizan controles en zonas críticas. El uso de Bacillus thuringiensis israelensis (Bti) es una herramienta habitual para reducir las larvas de mosquito en puntos de cría, especialmente en arroyos, alcantarillas o áreas con agua estancada. Aunque este método es útil, su alcance es limitado cuando las poblaciones de mosquitos son extensas o dispersas. El clima cálido, además, prolonga la temporada de cría y hace más difícil mantener las poblaciones controladas durante todo el año.
En los últimos años ha comenzado a implantarse en España una estrategia más avanzada: la liberación de mosquitos macho estériles. Este método, probado con éxito en la Comunidad Valenciana, consiste en criar machos en laboratorio, esterilizarlos mediante radiación y liberarlos en grandes números. Como solo las hembras pican y transmiten enfermedades, la presencia de miles de machos estériles no supone ningún riesgo para la población. Al aparearse con las hembras silvestres, los huevos no llegan a desarrollarse, de modo que, con el paso de las semanas, la población local de mosquitos se reduce de manera notable. En programas piloto se han logrado reducciones superiores al 80%, lo que convierte a esta técnica en una de las alternativas más prometedoras y respetuosas con el medio ambiente.
El avance del Virus del Nilo en zonas como la nuestra no puede entenderse sin tener en cuenta el contexto climático. El aumento de temperaturas está alterando los patrones migratorios de las aves y extendiendo el periodo en el que los mosquitos permanecen activos y pueden reproducirse. Esto favorece la circulación de virus transmitidos por vectores y abre la puerta a que otros patógenos tropicales, como el dengue o el chikunguña, encuentren condiciones adecuadas para establecerse en regiones del sur de Europa.
A medio plazo, el control del VNO dependerá de combinar medidas tradicionales, como la vigilancia entomológica, con estrategias innovadoras como los mosquitos estériles. El desarrollo de una vacuna para grupos vulnerables será también un paso importante para reducir los riesgos. Con un enfoque basado en ciencia y prevención, municipios como los del Campo de Gibraltar podrán anticiparse a un escenario sanitario donde los vectores —y las enfermedades que transmiten— desempeñarán un papel cada vez más relevante.
Referencias
- Chancey, C., Grinev, A., Volkova, E., & Rios, M. (2015). The global ecology and epidemiology of West Nile virus. BioMed Research International, 2015, 376230.
- Petersen, L. R., Brault, A. C., & Nasci, R. S. (2013). West Nile virus: Review of the literature. JAMA, 310(3), 308–315.
- Bellini, R., Medici, A., Puggioli, A., et al. (2023). Sterile insect technique against mosquitoes: Science, application and future perspectives. Insects, 14(1), 56.
- European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC). (2024). West Nile virus infection: Epidemiological update.
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