Hoy se publica una noticia en un medio local con el siguiente titular: ERACIS+ rinde balance de buenas prácticas en el Campo de Gibraltar.
Se hace bastante difícil explicar a la ciudadanía que durante años quienes a la política se dedican no han sido capaces de resolver, si no totalmente, al menos parcialmente este enorme problema. El segundo, después de la salud, porque del trabajo depende el ejercicio de los derechos humanos elementales, vivienda, educación, dependencia, y casi todo lo demás. Y pensando bien, este del desempleo es sin duda uno de los asuntos que forman parte de la agenda de estas personas dedicadas a la política. El territorio del Campo de Gibraltar, a pesar de contar con los grandes polígonos industriales, siderometalúrgico y petroquímico, así como el “Super Puerto Bahía de Algeciras”, y una Roca (Gibraltar) estimable generadora de empleo, padece la más grave situación de desempleo de Andalucía y de España. La Línea de la Concepción con algo más del 30%, y Algeciras, con un casi 24%, son las dos ciudades de la Península -exceptuando Ceuta (28%) y Melilla (24%), con mayor tasa de desempleo de ESPAÑA.
El Ayuntamiento, la institución más cercana a la ciudadanía, ¿qué hace para encontrar salida a este endémico paro? Para dar una idea de la consolidación del desempleo en esta tierra “de oportunidades”, bastan dos referencias: Año 2007, población de Algeciras 114.000 habitantes, 8789 personas registradas como desempleadas y esto representa el 23,43% del total. Año 2025, a fecha de octubre, población de Algeciras 125.047 habitantes, 12.522 personas registradas como desempleadas y esto representa el 23,68% del total. En 18 años la tasa de desempleo es algo mayor. Ante este panorama, el Ayuntamiento lleva a cabo el ERACIs+ -Estrategia Andaluza para la Cohesión Social e Inclusión Social, ‘ERACIS-. Este programa, patrocinado por la Junta de Andalucía con fondos europeos, que además “cuenta con la complicidad de la Diputación de Cádiz y de los ayuntamientos”, pretende “desarrollar iniciativas de integración en zonas especialmente vulnerables del tejido urbano”. En Algeciras el programa para 4 años cuenta con 8 millones de euros, tiene entre sus objetivos, conseguir en zonas de la ciudad deprivadas, social y culturalmente, un determinado número de inserciones laborales. El último dato aportado en la reunión de la Comisión Local de Impulso Comunitario de Algeciras celebrada el 11 de este mes : “Hasta la fecha se han atendido 1.011 personas con itinerarios abiertos, de las cuales 663 han sido atendidas por las orientadoras de ERACIS+ de la Delegación, además de las atendidas por las entidades del tercer sector. El objetivo son 327 inserciones laborales, y ya se han conseguido 223”.
223 personas que han encontrado empleo gracias al trabajo de las 20 personas que trabajan para el Eracis+ en Algeciras. ¿Son muchas? ¿Son pocas? ¿Es un resultado significativo? A falta de otros datos importantes para conocer la “calidad” de las inserciones en el empleo, puede hacerse un pequeño cálculo sobre el total de la población en paro, 12522 personas. El porcentaje de incidencia ha sido del 1,7%. Alguien puede llegar a la conclusión de que el programa garantiza al menos 20 contrataciones en el propio ERACIs+, que no está mal. Pero, sin duda, el trabajo de esas 20 personas será interesante para las 1000 personas con las que han contactado. 1000 expedientes no son moco de pavo. Pero faltan datos de cuál es el impacto real del programa en las barriadas deprimidas de la ciudad, a las que el Ayuntamiento tampoco presta mucha atención más allá de este programa.
Intervenir en los contextos donde las gentes viven es esencial para generar dinámicas de cambio real. Por ejemplo, conseguir una inserción laboral, que requiere desplazamientos regulares incluso en fin de semana, se antoja en esas barriadas un imposible si no funciona con regularidad y número de servicios el transporte público urbano. Si no existe un parque de viviendas sociales con alquileres ajustados a los niveles de renta, el tener un trabajo tampoco supone un salto suficiente para salir de la situación de deprivación. El enfoque global de la situación de cada barriada es esencial si de verdad se pretende superar la exclusión social de una parte de la población que en ellas vive. Y así un etc. que para quienes trabajan todos los días en asuntos sociales se antoja muy largo.
La conclusión parece evidente: mientras el discurso político pretenda proyectar los “logros”, sin presentar las “carencias”, flaco favor se le hace a una ciudad que debe requerir de todas las instituciones los recursos necesarios para resolver la lacra del desempleo. Los modelos de intervención “individualizados”, que se muestran como ejemplificantes, para una política de “parcheo”, no son eficientes si se pretende dar respuestas globales a toda una población abocada a la exclusión haga lo que haga. Ojo con el discurso de que quien sufre la deprivación es por indolencia.
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