El diputado nacional del Partido Popular José Ignacio Landaluce ha recriminado el Gobierno que vuelva a utilizar una de sus tácticas preferidas, recurrir a la improvisación, ante los problemas que se plantean para los viajeros que se vean afectados por la renovación de la electrificación de la línea férrea entre Algeciras y Ronda.
Según las últimas noticias, señala Landaluce, esta línea será cortada el próximo día 26 y los viajeros que tengan previsto utilizar este trayecto se van a encontrar con problemas que, al día de hoy, siguen sin tener una solución firme, según se desprende de las declaraciones de responsables socialistas, que siguen sin poder garantizar de qué manera van a viajar estas personas y en qué condiciones.
RENFE y Adif, prosigue el diputado, tendrían que tener ya más que coordinado el método que van a utilizar para facilitar a los viajeros sus llegadas a Ronda o Málaga, destinos afectados por estos cortes. Además, deberían haberlo hecho de manera que los perjuicios a estos viajeros sean los mínimos. Como única conclusión se desprende que no todo está bajo control y, al final, serán los usuarios los que paguen. Ello lo unimos a la falta de concreción en relación a la duración de los trabajos, que sitúan en una horquilla de entre tres y seis meses, y las dudas sobre los estudios técnicos afloran de nuevo, ya que una obra de esta envergadura debe acometerse con unos plazos firmes que, por supuesto, pueden variar, pero no doblarse.
Pero el principal problema es la comodidad de los viajeros y en qué condiciones van a realizar los trayectos de los tramos que van a cortarse al tráfico de trenes. El control de las tarifas también es una cuestión que todavía no sabemos cómo va a quedar, ya que las tarifas tendrán que adecuarse al sistema que vaya a ser utilizado para facilitar el transporte en esos tramos, cuando, hasta el momento, lo que sabemos es que no se aplicarán los descuentos de los que pudieran beneficiarse los usuarios. Es decir, reduciendo, aunque sea temporalmente, la calidad del servicio, el viajero tendrá que pagar más.
Antes de empezar ya empiezan los problemas, concluye Landaluce, y la falta de información ya ha motivado quejas de los usuarios, que no saben a qué atenerse, y Renfe es responsable de la calidad del servicio.