Anoche, para espantar mi calambrazo de tristeza,
dormir en Buenas Noches yo más que nunca quisiera
pero, como esa finca lejos de mi queda,
me arropé en la delicada gasa poética, manto que abriga en el pesar,
y estos versos me hizo aquí plasmar:
Si Vargas Machuca este siglo viviera,
seguro que tal ejemplar caballero, cubierto con yelmo y cimera,
asestando enérgico mandoble de palabras,
esto nos diría para que nos llegara al alma:
“No estéis triste.
Recordad, hay que dar al que no tiene
y Astorga necesita de luminosos bienes:
más Jimena, como bien sabéis,
aunque la de Rocher le falte, como emblemático pueblo andaluz,
goza todo el año del brillo más natural,
el que proporciona el tener a los más grandes vecinos;
pues, ese maravilloso encendido,
solamente quien es jimenato
sabe disfrutarlo y al mundo ofrecerlo como primer plato.
Muchas empresas hidroeléctricas pagarían todo
por lo que no está en venta, la energía renovable solo
limpia y pura en ese punto del Parque de los Alcornocales donde nace,
en los corazones que por y para Jimena laten.
Viva la luz de las luces,
Jimena, reina y señora de los más deliciosos dulces.
Ella es el transformador de las penas de alta tensión de la vida
en corriente de voltaje de alegría y dicha,
generador de la luz que nos hace vivir en Buenos Días y Buenas Noches;
así que, como andaluces y españoles,
que Astorga disfrute ese alumbrado
y que, cuando necesiten luz de alegría, vengan a nuestro lado.
Hoy, vaya para ellos nuestro aplauso y felicitación
y mañana les esperamos para nuestra patrona darles su bendición
y nosotros, un abrazo grande lleno de emoción
porque Ferrero Rocher en esta final para siempre nos unió”.
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