
La tarde resultó memorable para la afición que abarrotó el coso de Villa de Reyes, donde Miriam Cabas cuajó una faena de gran calidad como tercera espada del cartel. Desde su salida al ruedo, la torera mostró sensibilidad y temple al abrirse de capa, percibiendo de inmediato la nobleza y calidad del novillo, lo que le permitió desarrollar un toreo relajado que fue encendiendo el ambiente en los tendidos.
Con la muleta, Cabas conectó rápidamente con el público al torear con rotundidad y profundidad por ambos pitones. Las tandas, largas y variadas, estuvieron marcadas por el buen gusto y la entrega, provocando que los asistentes corearan su nombre de forma insistente hasta el final de la actuación.
El novillo, perteneciente a la ganadería Espíritu Santo, propiedad de Paulina Gordoa, tuvo un excelente comportamiento y contribuyó decisivamente al lucimiento de la novillera, que se fundió con él en un trasteo artístico, considerado el mejor que ha realizado en lo que va de la presente campaña invernal. Tras la estocada, el público solicitó con fuerza el rabo, petición que no fue concedida después de que el puntillero levantara al astado, quedando el premio en dos orejas.
El resultado permitió a Miriam Cabas abandonar la plaza a hombros, entre la ovación de un público entusiasta que reconoció su entrega y dimensión artística.
Ficha del festejo:
Villa de Reyes (SLP). Plaza “Rodolfo Gaona”. Novillada de Navidad. Lleno en tarde agradable. Se lidiaron tres novillos de Pepe Garfias y uno de Espíritu Santo (3º), de presencia y juego variado.
Enrique Ayala: Silencio.
Antolín Jiménez: Dos orejas.
Miriam Cabas: Dos orejas, con petición de rabo.
Alan Jiménez: Oreja.
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