Con claxon y luz incorporada, full-equipe, son las muletas sobre las que se tambalea la monarquía del Estado. Dista mucho esta innovación ortopédica del ofrecimiento que encontramos en los servicios públicos sanitarios de la comarca.
Recientemente se publicaron reacciones contrarias de ciudadanos ante el servicio prestado en centros hospitalarios de Algeciras y La Línea por fracturas óseas y fibrilares. En estos casos se limitó la actuación sanitaria a la aplicación de escayola y vendajes para la inmovilización de miembros sin previsiones de movilidad posterior.
El sistema que nos atiende, como usuarios, no incluye el ofrecimiento de aparatos ortopédicos. Para poder acceder a ellos nos vemos obligados a pedir cita a especialistas con el fin de que nos deriven a este servicio; esto conlleva una dilatación en el tiempo que a veces hace que la llegada de los mismos sea posterior a la sanación.
Es situación normalizada que el paciente o familiares busquen entre vecinos o conocidos las ansiadas muletas que permitan su movilidad. Esto esta muy distante de la imagen de nuestro monarca bromeando, ante la prensa, con las cualidades de sus apoyos.
El que escribe ha sufrido recientemente esta falta de recursos y ha actuado en la línea de búsqueda anteriormente descrita, el resultado positivo me ha hecho propietario temporal de un par de muletas desiguales en las cuales la única aplicación tecnológica se ha limitado a un pasador metálico para igualarlas en altura y una cinta aislante por la falta de taco elástico de apoyo.
No sé si algún día se modificará la ley magna para facilitar la sucesión fémina a la realeza, pero espero que en un futuro cercano cambie alguna ley base para que los representados podamos disfrutar de lo ofrecido a quien nos representa; así daremos un gran paso aunque sea con muletas.
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