Presentado el nuevo proyecto educativo y cultural de la Asociación Enclave Rural La Polvorilla

la Asociación Enclave Rural La Polvorilla presentó el nuevo proyecto educativo y cultural de la Escuela Rural ‘La Polvorilla’ ante cerca de medio centenar de asistentes de los distintos institutos, colegios y asociaciones del municipio y de la comarca. Por parte del Ayuntamiento de Los Barrios asistieron el concejal de Turismo, Pablo García; el delegado de Obras y Servicios, José Antonio Gómez; y el concejal de Comercio, Carlos Torres.


Esta iniciativa, de la asociación Enclave Rural de la Polvorilla, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento barreño, a través de la delegación municipal de Educación, sin olvidar el apoyo de la delegación de Obras y Servicios en las obras de reforma.

El proyecto educativo presentado forma parte de la Oferta Educativa Municipal y tiene como objetivo permitir al alumnado conocer cómo se enseñaba antiguamente y acercar al alumnado al contexto histórico de esta escuela, además de que conozca cómo era la forma de vida rural en nuestro pueblo y en un entorno natural como el de la finca de “La Teja”, en pleno Parque Natural Los Alcornocales, donde además existen restos abandonados de diversas construcciones de chozas y hornos de pan pertenecientes a antiguos moradores que habitaron en la zona hasta finales de los años 60.

La presentación contó con la presencia de responsables de la asociación, con Andrés Muñoz Muñoz como presidente, y de Gely Ariza directiva de la entidad, además de otras personas implicadas en la recuperación de esta Escuela Rural, y del director Conservador del Parque Natural de Los Alcornocales, Juan Manuel Fornell.

“Nuestro objetivo es rehabilitar la escuela para transformarla en un espacio donde podamos seguir transmitiendo los valores culturales y naturales de lo que hoy es nuestro Parque Natural de Los Alcornocales. Para ello vamos a crear un centro de interpretación dirigido especialmente a escolares del municipio y resto de la comarca. Con la rehabilitación de esta escuela estaremos preservando parte de la identidad cultural de nuestro pueblo”, indicó Andrés Muñoz.

El propio Muñoz ha agradecido la implicación del Ayuntamiento y del alcalde Miguel Alconchel a la hora de apoyar este proyecto de recuperación de esta escuela rural, “todo han sido facilidades desde el Ayuntamiento a la hora de ceder materiales desde Obras y Servicios para ejecutar de la mano de todos los voluntarios las obras de rehabilitación de esta escuela, queda mucho por hacer, pero ya se va viendo la luz a este proyecto”.

“Han sido unos 48 los voluntarios que han participado en los trabajos de rehabilitación, a lo que hay que sumar otros colaboradores que ayudan en otras áreas del proyecto”, indicó Andrés Muñoz en la presentación.

Una asociación que está recogiendo el testimonio de personas que fueron alumnos en la escuela y también de profesores.

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La Polvorilla fue un antiguo y conocido asentamiento rural del municipio de Los Barrios. El enclave, ubicado a 25 km del casco urbano, contaba con una importante comunidad vecinal de menores que no recibían enseñanza por no existir centro educativo alguno.

La existencia de un molino, ventas, instalaciones ganaderas, un acuartelamiento militar y una escuela, convirtió a la Polvorilla en el centro neurálgico y social de la zona. Con una población cercana al centenar de vecinos (agricultores y campesinos en su mayoría), la humilde vida de este enclave rural estuvo marcada por el trasiego de personas de los montes cercanos.

En este contexto, y dado los elevados índices de analfabetismo existentes, se construye en el año 1952 esta escuela por parte del Ayuntamiento barreño. El centro estuvo en funcionamiento hasta el año 1978, y en el mismo recibieron enseñanza cientos de niños y niñas de la Polvorilla y su entorno.

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La Escuela de la Polvorilla, de incalculable valor sentimental, histórico y etnográfico, representa uno de los escasos vestigios de la época rural del municipio.

El inmueble, con una superficie de 155 metros cuadrados, se divide en dos partes: una en la que se alberga un aula diáfana y otra en la que se ubica la casa del maestro, ambas comunicadas por una puerta interior.

La escuela, también conocida como Capilla de la Polvorilla, contó desde su creación con un pequeño altar y con la imagen de una Virgen, lo que permitió que durante años sirviera de lugar de culto religioso (se daba misa los domingos, se impartieron clases de catequesis y se celebraron bautizos, comuniones, confirmaciones y bodas).

La escuela también se utilizó para otros fines de interés social. Sirvió como centro de vacunación, aula formativa y, después de su cierre definitivo, como almacén de material forestal.

De especial interés para los jóvenes de la zona resultaron los cursos de capacitación agraria impartidos durante los primeros años de los 70.

Posteriormente, se conoció el testimonio de varias personas, maestros, alumnas y vecinos de la desaparecida escuela. Asimismo, Andrés Muñoz Brenes y Juan Escobar dieron a conocer el proyecto de la realización de un mapa etnográfico de los antiguos pobladores de la zona.

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