Patricio González | Escritor y Analista
En un artículo anterior, titulado Antes de que cante el gallo, de fecha 11 de junio ( hace sólo veinte días), comentaba que Susana Díaz negaría cualquier intento de hacer nada con respecto a las primarias pero que, en realidad, su retirada táctica era una estrategia en la que ella iba a dirigir a las marionetas que considerara necesarias de cara a un futuro y, mientras, dirigir a sus peones desde la sombra y su poderío dado por ese 25% de los votos socialistas andaluces en las europeas.
Mientras, también comentaba en el mismo artículo, Rubalcaba sería objeto de su terrible venganza y Madina lo iba a pasar muy mal por haber osado pedir y conseguir unas primarias en la que votasen los militantes.
Todo ello se va cumpliendo al milímetro pero, quizás, en menos tiempo, todavía, del que pensaba puesto que sólo una semana después de que Rubalcaba aceptase unas primarias votadas por todos los militantes ( lo que rompía la entronización directa de Susana Díaz), ya ha presentado él mismo su dimisión, incluso como Diputado con lo que la primera parte de la venganza de Susana ha llegado en una semana.
Por otro lado y ante la osadía de Madina, ella que dijo no decantarse por nadie, lo ha hecho. Y lo ha hecho por un diputado desconocido y que no ostentaba ningún cargo orgánico en el partido, Pedro Sánchez que ha sido la marioneta elegida por Susana para que haga lo que ella le diga.
Para ello le ha dado hasta 13.000 avales desde Andalucía sin haber venido siquiera por aquí. Es su regalo envenenado.
Ahora, el 13 de julio, Pedro Sánchez, será elegido Secretario General del PSOE, gracias a Susana y, por supuesto, supeditado a las órdenes de Susana, quien dirigirá las acciones hasta las próximas elecciones generales y verá si es la ocasión para que ella se aupe a la Presidencia del Gobierno y si no lo ve claro en ese momento, ella misma nombrará candidata a su amiga y subordinada Carme Chacón.
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